3.1 Educación y niñez

 

 

Es común encontrar que la educación, un derecho humano fundamental, es interrumpida, postergada e incluso negada durante el proceso de reconstrucción y respuesta temprana a las emergencias. La educación puede jugar un papel fundamental en la promoción de la cooperación y el entendimiento humano. Pero al mismo tiempo, un tipo de educación que no construye la paz, sino que acrecienta las desigualdades sociales y de género, lejos de ser benigna, puede más bien confabular con el conflicto Tomado del Informe del Relator Especial sobre el derecho a la educación,
Vernor Muñoz, mayo de 2008

Durante la década de los noventa, las Naciones Unidas declararon el “Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales” (DIRDN), que posteriormente se convirtió en el EIRD. Al inicio del decenio se promocionó la reducción de desastres, principalmente en el ámbito científico y técnico.

A partir de 1998, tras la ocurrencia del huracán Mitch en Centroamérica, se ha dado preponderancia a la educación, sea ésta formal o no formal, en la incorporación de la gestión del riesgo en los procesos del desarrollo de la región centroamericana, iniciándose este proceso con el surgimiento de un instrumento estratégico dirigido específicamente hacia ese sector: el “Plan Centroamericano de Educación sobre Riesgos y Desastres”, circunscrito en el marco del “Plan Regional de Reducción de Desastres” (PRRD)20. Las pautas y contenidos generales de este plan fueron propuestos en la “Reunión Centroamericana de Coordinación e Integración de la Educación sobre Riesgos y Desastres”, realizada en la ciudad de Panamá en 1998 gracias a la promoción de distintas agencias internacionales y los gobiernos de la región, y que tuvo como antecedentes distintas iniciativas, entre las cuales se puede encontrar el “Plan de Acción Hemisférico para la Reducción de la Vulnerabilidad del Sector Educativo a los Desastres Socionaturales (EDUPLAN hemisférico21)”

Aunque no fuera aplicada formalmente, esta iniciativa permitió, de una manera u otra, enfocar o dirigir distintas acciones hacia el incremento de planes, programas, proyectos y actividades que permitieran incorporar la gestión del riesgo en la educación en los países centroamericanos (vista ésta desde un punto de vista integral y no sólo como un sector formal) y en los procesos de desarrollo que se pudieran generar desde este ámbito.

Balance general de la década 1998-2007

  • Se incrementó la cantidad de leyes, normas y políticas educativas tanto regionales como nacionales, vinculadas a la educación y la gestión del riesgo, que comprenden desde marcos institucionales de acción como planes sectoriales, hasta normativas y códigos de construcción, con distintos niveles de aplicación alcanzados. Es importante señalar que se ha profundizado la verdadera relevancia de la gestión del riesgo enfocada desde la educación, en cuanto al compromiso institucional de los Estados de la región a través de organismos como el Sistema de Integración Centroamérica (SICA), la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC) y el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en Centroamérica (CEPREDENAC).
  • Se extendió la práctica de la formación de docentes y comunidades educativas con predominio de las propuestas dirigidas hacia los preparativos y respuesta en caso de emergencia (planes de seguridad escolar, planes de emergencia, simulacros), donde el centro del problema es el desastre y no la reducción del riesgo a través de la reducción de la vulnerabilidad ante las amenazas. Sin embargo, el primer tipo de propuestas ha alcanzado cierto nivel de éxito en cuanto al nivel de cobertura, lo que implica hasta cierto punto un grado mayor de información de las comunidades y usuarios participantes. Costa Rica por ejemplo, ha logrado extender la aplicación del Curso de Seguridad Escolar para Emergencias (CUSE) en todas las escuelas del país.
  • En términos de inserción curricular, se incrementó la proposición de distintas iniciativas en toda la región, pero aún es débil en los Ministerios de Educación en cuanto a implementación se refiere, y se presenta en diversas modalidades: ejes transversales, algunos ligados a educación ambiental o por contenidos específicos, en asignaturas de ciencias naturales y ciencias sociales; no obstante, los esfuerzos realizados son la base para la profundización del proceso como tal. Honduras y Nicaragua cuentan ya con propuestas nacionales con experiencias locales.
  • En los últimos diez años se produjeron materiales educativos en los que predomina el tema de las amenazas, su tipificación y descripción, más que el de las condiciones de vulnerabilidad y sus causas.
  • Durante estos diez años se lograron iniciativas en cuanto a la formación docente con respecto a la gestión del riesgo, tanto del docente en ejercicio como en pregrado, pero este proceso es aun débil y es asumido por las instituciones especializadas en el tema de desastres.
  • En la mayoría de las escuelas normales de formación de docentes o facultades de educación que existen en Centroamérica no se incluye la temática. Con respecto a las estrategias metodológicas utilizadas tanto para la enseñanza como el aprendizaje, encontramos que es preponderante la utilización de tácticas lúdicas (juegos-narraciones, cuentos, historietas, diagnósticos situacionales, dinámicas participativas, entre otras).
  • Sobre infraestructura escolar, los criterios o acciones sistematizadas están incluidos en el “Programa de Readecuación de Escuelas en Centroamérica” (PRECA), ejecutado por la OEA en trabajo conjunto con los Ministerios de Educación de la región, además de algunas iniciativas puntuales de los gobiernos, como el caso de Costa Rica, con el Centro Nacional de Infraestructura Física Educativa (CENIFE), institución rectora de la planta física escolar en este país.
  • Por otra parte, los esfuerzos en estos últimos diez años han estado dirigidos a determinar los niveles de vulnerabilidad de los centros educativos de acuerdo a sus características y su ubicación con respecto a las amenazas.

Ámbitos de acción particulares en el campo científico y técnico al inicio del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales

1. Desarrollo curricular y formación del docente;

2. Reducción de vulnerabilidad de la planta física educativa; y

3. Formación de las comunidades educativas y la ciudadanía en general.

Participación de la niñez en la gestión del riesgo

Es importante señalar que en la ultima década, a través de las distintas modalidades de la educación, se han incluido distintos programas y proyectos alternativos a los sistemas educativos formales promovidos e implementados tanto por los gobiernos nacionales como por las agencias internacionales, incrementando el manejo del conocimiento sobre la gestión del riesgo en la niñez; ejemplo de ello es la implementación de herramientas lúdicas, como “Riesgolandia”22, que en Centroamérica ya ha rebasado los 25 mil usuarios, entre niños, niñas y adolescentes. Otro ejemplo de incorporación de la niñez en este tema durante esta década es el programa “La reducción de desastres empieza en la escuela”, a través del concurso de pintura “La reducción de desastres empieza en la escuela”. A nivel de toda América Latina y el Caribe se contó con la participación de más de 250,000 niños y niñas, quienes plasmaron su conocimiento claro y preciso, además de sus distintas percepciones sobre los riesgos. Igualmente se ha involucrado su participación mediante estrategias de formación donde la intervención está dirigida hacia las acciones tendientes a la reducción de la vulnerabilidad.

  • Desde la ocurrencia del huracán Mitch se han producido herramientas e instrumentos innovadores para la adecuada atención y ayuda humanitaria a la niñez, con un profundo sentido de la importancia de este grupo etáreo en los procesos de rehabilitación y reconstrucción. Entre estas iniciativas debemos mencionar las “Normas mínimas para la educación en situaciones de emergencia, crisis crónicas y reconstrucción temprana” (MSEE, por sus iniciales en inglés), elaboradas por la Red Interinstitucional para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE, por sus iniciales en inglés)23.
  • UNICEF, por su parte, incrementó el énfasis en la gestión del riesgo con enfoque en los derechos de la niñez; unidas a esta tendencia encontramos a SAVE THE CHILDREN y ONG’s como CODENI, en Nicaragua24.
  • Por otra parte, en esta década se desarrollaron iniciativas que de una manera u otra están dirigidas a la incorporación de la niñez y su formación en este tema del desarrollo, tales como el "Plan Internacional", que dirige sus esfuerzos hacia la reducción de vulnerabilidad de este sector

 

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