Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
América Latina y el Caribe  

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

 

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Impacto de desastres de origen natural sobre viviendas de una ciudad intermedia de Colombia

Un estudio interinstitucional de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), la Alcaldía de Pereira a través de la Oficina Municipal de Prevención y Atención de Desastres (OMPAD) y la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), realizado en la ciudad de Pereira1, con el apoyo de Colciencias, investigó el impacto que los desastres originados por sismos, inundaciones y deslizamientos han tenido sobre el sector vivienda del área urbana, desde 1960 hasta el 2002.

El municipio de Pereira es la capital del departamento de Risaralda; tiene una extensión de 658 km2 y una población aproximada de 400.000 habitantes, de los cuales 80% se asientan en los 29 km2 que corresponden al área urbana. La ciudad está ubicada en el margen izquierdo de la cordillera central, a una altura de 1.411 m sobre el nivel del mar, con una temperatura media de 21°C y precipitación media anual de 2.750 mm.

Las diversas definiciones que se han propuesto reflejan la ausencia de consenso sobre el concepto de desastre 2, lo que en gran parte explica las divergencias en los inventarios de desastres de diferentes fuentes y las inconsistencias respecto a las cifras de pérdidas de vidas y de bienes que se reportan como consecuencia de estos eventos. En esta investigación no todos los desastres analizados corresponden a catástrofes de características tales que son merecedoras de ser registradas en las estadísticas internacionales; pero sin duda han generado muchos problemas a aquellas comunidades que las padecieron. En nuestro caso, consideramos desastre a aquel suceso que haya afectado las viviendas de un grupo humano y que para su atención se haya requerido la movilización de los grupos de socorro.

 

Ha sido tradicional que la magnitud de los desastres se mida principalmente por el número de víctimas que se presenten, es decir, por la afectación directa de las personas, sin embargo es importante tener presente que la afectación del entorno y especialmente de la vivienda es, por decir lo menos, tan grave como la muerte de la gente, teniendo en cuenta la trascendencia que la vivienda tiene respecto al bienestar de la población. La vivienda cumple diferentes tipos de funciones que van desde dar cobijo, servir de espacio de integración familiar, dar estabilidad y alcanzar estatus, pero también es un espacio construido o concebido para ser habitado por personas3, para quienes tiene diversos e importantes significados, condicionados especialmente por los niveles económicos y de escolaridad de los integrantes de la familia.

Luego de desarrollar una metodología de evaluación, a partir de otras encontradas en la literatura, se buscó información que alimentara las variables seleccionadas para la construcción de indicadores que permitieran valorar el impacto que los sismos, las inundaciones y los deslizamientos habían tenido sobre el sector vivienda del área urbana, en el período comprendido entre 1960 y 2002. Algunos hallazgos se muestran a continuación.

La proyección global del número de desastres por los tres tipos de amenazas, que se hizo con la información disponible para los tres primeros años de la última década (2000-2009), va en aumento. Esto se explicaría, en gran parte, por el crecimiento del número de personas ubicadas en zonas de riesgo de inundación y deslizamientos, como consecuencia de la pobreza y de los procesos migratorios jalonados especialmente por fenómenos de desplazamiento.

De los tres tipos de eventos, los deslizamientos son los que se presentaron con mayor frecuencia; y si bien la cobertura de ellos es relativamente pequeña, la letalidad y la afectación del entorno de la vivienda son altas, pues comprometen las vías y en muchos casos la prestación de los servicios públicos en las zonas afectadas. Esta situación no es extraña si se tiene en cuenta que según un estudio de la CARDER, el municipio tiene 15% de su área con potencialidad alta y muy alta a la ocurrencia de deslizamientos, y 48% con amenaza media. La susceptibilidad a este tipo de desastre se hace mayor cuando grupos políticos -aprovechándose de la pobreza, la necesidad de vivienda de la gente y la debilidad en el control de las administraciones municipales- promueven el asentamiento en estas zonas peligrosas.

Por lo tanto, se necesita intensificar los controles y desarrollar procesos de reubicación, ya que son muchas las viviendas que se encuentran en riesgo. Los Planes de Ordenamiento Territorial deben dejar de ser un simple documento y convertirse en obligatorios orientadores del desarrollo físico de la ciudad. Los estudios internacionales muestran que los países más golpeados por los desastres son los subdesarrollados, aunque con menores pérdidas económicas -lo que tienen es de menor valor monetario que los desarrollados, lo que lleva a pensar que la razón de este hecho no es el azar sino la pobreza4 , que genera múltiples limitaciones para enfrentar las amenazas, cualquiera que sea su origen

.

Esto se confirma en el estudio realizado en el área urbana de Pereira, que muestra que son las viviendas de los pobres (estrato bajo) las que resultan más afectadas por destrucción o avería. Finalmente es importante resaltar las pérdidas económicas ocurridas, relacionadas con el sector vivienda (cuadro 1), que para un municipio relativamente pequeño representa un golpe duro para su desarrollo. Frente al presupuesto anual del municipio para el 2006 -aproximadamente de 500.000 millones de pesos-, estas pérdidas son muy elevadas.

Todo lo dicho muestra la urgente necesidad de sensibilizar a la población en general y especialmente a las personas con responsabilidades políticas y administrativas sobre la gestión del riesgo de desastres, puesto que las implicaciones negativas que los desastres tienen sobre el desarrollo integral y por lo tanto sobre el bienestar de los habitantes son muy altas.

Referencias Blaikie, Piers y otros. Vulnerabilidad. El entorno social, político y económico de los desastres. La Red. Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1996.
Cardona, Omar Darío. El impacto económico de los desastres: esfuerzo de medición existente y propuesta alternativa. Santo Domingo. Ingeniar Ltda. La Red, ICF Consulting, 2001.
Chardon, Anne-Catherine. Un enfoque geográfico de vulnerabilidad en zonas urbanas expuestas a amenazas naturales. Manizales, Universidad Nacional, 2002.
Lavell, Allan. Al norte del río Grande. La Red. Tercer Mundo Editores, 1ª ed., Bogotá, 1994.
Moreno, Jesús Herney. El impacto de los desastres. Análisis desde el sector vivienda. Postergraph, UTP, Pereira, 2006.

Para mayor información contactar a:
Jesús Herney Moreno Rojas. MD. MSP
Profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Tecnológica de Pereira Pereira, Risaralda, Colombia jemoreno@utp.edu.co, hermor@epm.net.


1 UTP, OMPAD, CARDER y Colciencias. “Valoración socioeconómica de los desastres generados por fenómenos hidrológicos, sísmicos y movimientos en masa en el sector vivienda de la zona urbana del Municipio de Pereira a través de su historia”. Pereira. 2005.
2 Shaluf, Ibraim. “A review of disaster and crisis”. En: Disaster Prevention and Management, vol. 12, n°1, 2003, págs. 24-32.UTP, OMPAD, CARDER y Colciencias. “Valoración socioeconómica de los desastres generados por fenómenos hidrológicos, sísmicos y movimientos en masa en el sector vivienda de la zona urbana del Municipio de Pereira a través de su historia”. Pereira. 2005.
3 Documento DESINFRA 120204-02. Dirección de Estudios Sectoriales. “La política de vivienda en Colombia, una aproximación situacional y prospectiva”. 20 de mayo de 2002.
4 Anderson, Mary. En: Lavell, Allan. Al norte del río Grande. La Red. Tercer Mundo Editores, 1ª ed., Bogotá, 19


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