Revista EIRD Informa - Las Américas
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

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La reducción del riesgo de desastres en Venezuela:
de Vargas al Proyecto de Ley Integral de Gestión de Riesgos

El artículo que se presenta a continuación muestra la variedad de iniciativas que se han desarrollado en Venezuela en los últimos 6 años y que han aportado elementos para que, cada vez más, se garantice la reducción del riesgo de desastres como una prioridad y se disponga de una sólida base institucional y social para su implementación en el país y en los diferentes ámbitos locales.

Solemos decir en Venezuela que “mucha agua ha corrido” cuando, después de un suceso determinado, han pasado variedad de cosas que hacen que la situación actual sea distinta a la pasada. Este dicho popular venezolano aplica perfectamente a lo sucedido a raíz del deslave del litoral central, el caso más emblemático de desastre ocurrido en el país después del terremoto de Caracas de 1967. El desastre de Vargas en 1999 activó una serie de aspectos negativos, derivados de la inexistencia de una cultura de prevención y cimentado en la actuación que tuvieron los diversos actores en la etapa de emergencia y reconstrucción. Se sacó a la luz, por ejemplo las diferencias entre principios, objetivos, plazos y recursos de los distintos programas ejecutados, el afán de protagonismo y competencias políticas y territoriales de los distintos actores. (Lozada, 2005).

No obstante, la tragedia también impulsó una serie de aspectos positivos que merecen ser rescatados. Según Genatios y La Fuente (2005) “...Vargas se convirtió en un laboratorio de aprendizaje en manejo urbano, ambiente e infraestructura. Se constituyó una sólida base para agendas en prevención de desastres, para realizar investigación y generar planes educativos de prevención y atención de las emergencias”.

La sensibilidad nacional, adormecida por el trajín cotidiano y la sobrevivencia, despertó para recordarnos que somos un país vulnerable a fenómenos naturales que creíamos reservados para otras latitudes.

A partir de la ocurrencia de este fenómeno, se desarrollaron, reforzaron, continuaron y/o profundizaron experiencias, proyectos, instancias, leyes y otros mecanismos importantes que han contribuido a que la reducción del riesgo de desastres se vaya incorporando poco a poco en la cultura del venezolano.

En este artículo queremos destacar algunas de estas iniciativas, a modo de ejemplos y sin pretender ser exhaustivos, con el propósito de divulgarlas y darlas a conocer para apoyar su consolidación y fortalecimiento en el país.

El aporte del sector público

Destacamos aquí la labor del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), que desarrolla un esfuerzo sistemático destinado a implementar acciones que propicien cambios significativos en las capacidades nacionales para la gestión de desastres. En razón de ello, creó el Programa de Gestión de Riesgo y Reducción de Desastres a través del cual todos los profesionales e instituciones públicas, privadas y académicas, así como ONG y comunidades organizadas pueden presentar propuestas de solicitud de financiamiento ante el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación ( FONACIT).Fue creado en el año 2001, para desarrollar investigaciones, preparar y ejecutar programas de gestión, formación y capacitación de recursos humanos, fortalecer la plataforma tecnológica y de gestión de instituciones y empresas para la Gestión de Riesgos y Reducción de Desastres. Se han financiado 30 proyectos en el área de gestión de riesgo y reducción de desastres, por un monto aproximado de 4.695.636.003,95,2 lo que indica el interés de los venezolanos en el desarrollo de conocimientos y experiencias en esta temática.

La escuela y la reducción del riesgo de desastres

Recientemente se lanzó la Campaña Mundial para la Reducción de Desastres de Naciones Unidas, secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (ONU/EIRD) con el eslogan “La Reducción de Desastres Empieza en la Escuela”3. Uno de sus objetivos principales es promover la integración de la educación sobre el riesgo de desastres en los planes nacionales de estudio de los países vulnerables a las amenazas naturales. En Venezuela se han desarrollado varias iniciativas que contribuyen al logro de este objetivo de la ONU/EIRD.4 Cabe destacar la labor que la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) ejecuta desde el 2001, con el Proyecto Investigación, Educación y Gestión de Riesgos, el cual tiene como objetivo consolidar una propuesta de formación docente en gestión del riesgo y desastres para propiciar cambios de actitud en docentes y estudiantes en este sentido. La UPEL también desarrolla el Proyecto de Estrategias Pedagógicas Innovadoras para la Gestión del Riesgo a partir de los contenidos del currículo básico nacional venezolano. Por otra parte, en Venezuela también se creó el Comité Asesor del Sector Educativo para la Mitigación de Riesgo, iniciativa del Ministerio de Educación, quien incorporó en el proceso de revisión curricular de educación básica, los contenidos de mitigación del riesgo, conjuntamente con la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE).

Asimismo, es importante mencionar la contribución del Programa Coordinado de la Comisión para la Mitigación de Riesgos Ante Desastres Socionaturales (COMIR) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) desarrollado desde 1995 -pero consolidado en el año 2001-, el cual realiza acciones importantes, para la inclusión de la reducción de la vulnerabilidad ante desastres socionaturales en sus programas de docencia, investigación, extensión y gestión. Más específicamente, el COMIR plantea en sus objetivos referidos al área académica, la revisión de estos programas para incorporar en los mismos contenidos acerca de la vulnerabilidad existente en cada región del país, y promover su incorporación en los programas de formación docente.5 De más reciente creación (2004), pero igualmente activo, es el Centro de Investigación de Riesgos (CIR) de la Universidad de Falcón (UDEFA) conformado por un equipo multidisciplinario de profesionales expertos en materia de riesgos, el cual tiene entre sus objetivos promover y coordinar la investigación científica en el área de riesgos y desastres, evaluar crisis y desastres en sus diferentes orígenes y fomentar la investigación interactiva y cooperativa, en el área de la reducción del riesgo de desastres. El CIR cuenta, además, con un banco de información en gestión de riesgos y desastres.6 Dentro del mismo ámbito universitario y conformado por estudiantes y profesionales de la psicología también se creó en la UCV la Red de Apoyo Psicológico. Esta Red desarrolló trabajos importantes de atención integral a las víctimas durante el deslave de 1999, tales como apoyo en albergues de damnificados y la apertura de una línea de atención telefónica (800-PSIC). Esta Red ha mantenido, desde entonces, acciones sostenidas de difusión, capacitación, intercambio y producción de materiales educativos y actuó de manera eficiente en la vaguada del 2005.7


Las ONG y la acción de las comunidades
Algunas ONG venezolanas se han capacitado para incorporar el tema del riesgo en sus proyectos sociales y hoy día son varias las que explícitamente trabajan en el área. El Programa de Prevención de Desastres y Reconstrucción Social en el estado Vargas (PREDERES), financiado conjuntamente con la Unión Europea y ejecutado por CORPOVARGAS8 desde el año 2003, ha contribuido a vincular a estas ONG con las comunidades en esta tarea. Estas ONG se han desempeñado como organizaciones facilitadoras9 que trabajan en distintas comunidades de la parroquia Catia la Mar, y han realizado procesos de sensibilización, formación y asistencia técnica en miras a fortalecer las capacidades locales para analizar las condiciones de riesgo existentes en el territorio y diseñar, negociar e implementar planes y proyectos locales. Los resultados de este trabajo han sido la implantación de procesos de gestión de riesgo y sistemas de alerta temprana y se espera que también se incorporen hábitos responsables de manejo de residuos sólidos en los participantes del programa.

Difusión y presencia internacional del país en la reducción del riesgo de desastres
La difusión de los alcances y la gestión en materia de reducción de desastres han sido compartidas en las diversas actividades realizadas en los últimos tiempos, dentro y fuera del país. Entre los más importantes podemos señalar el Seminario Internacional realizado en el 2005 por la Universidad de Falcón, (UDEFA) denominado “Involucrando a la Comunidad en los Programas de Reducción de Riesgos”, así como el realizado por la UCV denominado “1er Encuentro Internacional Educación Superior y Riesgos”, con el tema “Hábitat y Riesgo, el Rol de las Universidades” el cual reunió a más de 85 participantes de instituciones nacionales y diferentes universidades de la región. Venezuela, además, participa en distintas iniciativas internacionales como el “Programa Regional Andino para la Prevención y Mitigación de Riesgo” (PREANDINO), a través de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y ha presidido el Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres (CAPRADE). Asimismo, el país forma parte del proyecto PREDECAN.

El marco legal nacional
En Venezuela existen alrededor de 11 leyes que configuran el marco legal nacional relacionado a la reducción del riesgo de desastres10. Sin embargo, y a pesar de existir un instrumento legal más específico en la materia como lo es la Ley de la Organización Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres, no contamos con una ley integral que establezca los principios rectores que orienten una política nacional. Es en el año 2006, como parte del deseo de concretar la decisión asumida por el Ejecutivo Nacional, de avanzar desde una visión de administración de desastres a una de gestión de riesgos11 que se redacta el proyecto de Ley Orgánica de Gestión Integral de Riesgos Socio-Naturales y Tecnológicos, que actualmente está en discusión en la Asamblea Nacional. Esta Ley ha sido objeto de una amplia discusión, en la que han participado sectores políticos, académicos y de la sociedad civil, y se plantea el desarrollo de la gestión de riesgo como política de Estado para disminuir los niveles de vulnerabilidad y prevenir desastres, en el marco del desarrollo sostenible.

Finalmente, creemos que todas estas acciones y membresías nutren, de una u otra manera, la visión y el quehacer en materia de reducción del riesgo de desastres en el país y es importante mantenerlas, aprovecharlas y convertirlas en valor agregado nacional. El gran reto es integrarlas todas en un proceso más coherente y equilibrado, de manera de garantizar su sostenibilidad para que repercutan en una mayor cultura de prevención de desastres en el país.

Abelina Caro
Psicóloga Social
abelinacaro@hotmail.com

 

1Caro, Abelina. El Papel de los Actores Urbanos en el Desastre del Ávila. Revista La Era Urbana. Suplemento para América Latina y el Caribe. Otoño 2000.
2Fuente: FONACIT, junio 2007.
3Para mayores detalles ver documento completo de la ONU/EIRD en: www.eird.org
4Nos hemos permitido considerar aquí el término “Escuela” en su sentido más amplio, como institución u organismo que tiene por objeto la educación para, de esta manera, poder incorporar también experiencias realizadas en universidades.




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