Revista EIRD Informa - Las Américas
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000
 
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El hundimiento en el Barrio San Antonio:
una alerta temprana no entendida

Este artículo presenta una sistematización inicial de algunos de los precursores que precedieron a un hundimiento o colapso del suelo en el Barrio San Antonio en la ciudad de Guatemala. El hundimiento provocó el colapso de viviendas y tres fatalidades. En el contexto del Marco de Acción de Hyogo, este artículo se incorpora a la Prioridad 2: Identificar, evaluar y monitorear los riesgos de desastres y mejorar las alertas tempranas. En particular, el artículo trata de retomar el aspecto de precursores identificados por la población y la forma cómo se deben sistematizar para determinar si pueden ser o no incorporados en los sistemas de alerta temprana que se operan en los países con respecto a diversas amenazas.

La noche del 22 de febrero del 2007 una zona del Barrio San Antonio en la Ciudad de Guatemala experimentó el colapso de un segmento del suelo que sorprendió no solo a la población del barrio, sino a autoridades de múltiples instituciones como la Municipalidad, la Empresa Municipal de Agua –Empagua-, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres –CONRED-, el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología –INSIVUMEH- y otras más. Semanas antes del suceso, vecinos del barrio empezaron a percibir sismos y ruidos ocasionados por el proceso del colapso interno del suelo. Posteriormente, notaron la manifestación inusual de insectos y malos olores. Un día antes del evento, es muy probable que todo insecto en la zona del hundimiento hubiera ya evacuado a zonas seguras, según lo comentan la gente entrevistada en el refugio temporal implementado por la Policía Nacional Civil, para dar albergue a los cientos de personas evacuadas como medida de prevención. Como es de esperarse los perros y mascotas también manifestaron un presentimiento sobre la gravedad de la situación, estando cada vez más inquietos e incluso agresivos.

Con el apoyo del voluntariado de la ciudad de Villa Canales se realizó una visita al refugio temporal tres días después del suceso para encuestar a 20 personas y familias utilizando un sondeo que enfocó primordialmente aspectos asociados a estos precursores que precedieron al evento. Las tablas 1, 2 y 3 presentan los precursores que se incluyeron en el cuestionario y los resultados respectivos. Éste incluyó además otros elementos como el sexo, ocupación y dirección de la vivienda de la persona o familia encuestada, la percepción sobre el evento en sí y comentarios sobre la asignación de responsabilidades institucionales con respecto al hundimiento.
En la tabla 1 se presenta el resumen de las respuestas brindadas por las personas entrevistadas con respecto a sismos y ruidos. Como se observa, tales sismos y ruidos precedieron al evento con semanas de anticipación, aumentando en frecuencia y magnitud conforme avanzó el tiempo.

Tanto los ruidos, como los sismos, se pueden atribuir al desmoronamiento de bloques de tierra conforme colapsan segmentos de la cavidad interna. Sin embargo, la sola presencia de sismos y ruidos no puede asociarse exclusivamente a colapsos de domos bajo tierra, pues la ciudad de Guatemala está situada en un graben que incluye fallas locales que también genera temblores de tierra locales.
Otro tipo de precursor identificado por los vecinos del lugar lo conforman la presencia inusual de insectos en viviendas, así como el comportamiento agitado o agresivo de perros y otro tipo de mascotas domésticas. En este caso, las personas evacuadas en el refugio comentan que también notaron su manifestación en mayor cantidad de insectos semanas antes, sin embargo ya no se percibió su presencia un día antes del evento.

Entre los insectos que mencionan las personas figuran las cucarachas, hormigas y los sompopos, así como otro tipo de animales tales como las lombrices y gusanos. La tabla 2 resume los resultados de las encuestas en este caso de insectos y mascotas.
Una hipótesis que puede explicar la migración de insectos y otros animales que normalmente viven bajo tierra, es la manifestación de malos olores que emanan del sistema de colectores de drenajes.

Durante las encuestas, las amas de casa mencionaron la manifestación de malos olores dentro de las viviendas, a tal punto que sus maridos sugirieron toda clase de medidas de higiene para contrarrestarlos ó minimizarlos. Para complementar este segmento de la encuesta se incluyó además preguntas asociadas al sistema de agua potable. La tabla 3 resume los resultados de la encuesta con respecto a estos temas.

Como se observa, el mal olor se manifestó semanas antes y como es de esperarse, se hizo más intenso conforme se acercó el día del evento. Sin embargo, no se notaron variaciones en la calidad del agua potable, ni en la presión asociada a su servicio. Esto debido a que tal sistema fluye por un sistema de tuberías que es sellado y que seguramente no se vio afectado de ninguna manera. Adicionalmente, algunas personas manifestaron experimentar sentimientos de inseguridad, ansiedad o preocupación y pocas personas experimentaron algunos sueños que no pudieron interpretar.
Hilvanando los comentarios externados por las personas entrevistadas en el refugio temporal, por diversas autoridades de diferentes instituciones y en los medios de comunicación, se puede concluir que el proceso de colapso del suelo se inició meses antes y pudo haber sido provocado por múltiples causas. Sin embargo, es interesante notar dos aspectos: los olores desagradables que acarrean tales colectores y su impacto en insectos y animales que viven ya sea en tales colectores o insectos que normalmente viven bajo tierra. De manera similar se debe tener en cuenta que el colapso del domo interior progresó mediante derrumbes y caídas de bloques de tobas en las profundidades del colector lo que daba origen a los temblores y ruidos que aumentaron la preocupación de los vecinos.
Es muy probable que faltando pocos metros para que el hundimiento llegara a la superficie, los olores hicieron su aparición en viviendas, siendo las amas de casa quienes lo detectaron. La hora cero llegó, el domo interno llegó a la superficie, se tragó algunas viviendas y tres personas pagaron con su vida.

Alerta Temprana no entendida
En el campo de la alerta temprana, en el caso de desastres provocados por fenómenos naturales, la Plataforma de Alerta Temprana de Naciones Unidas, secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres -PPAT-EIRD- había ya indicado que un sistema eficiente de alerta temprana debería brindar las alertas en un lenguaje que debe ser entendido sobretodo por quienes pueden ser afectados y que están en situación de riesgo.
Claro está ahora, que aunque la naturaleza brindó señales de alerta, no fueron comprendidas por los especialistas de diversas instituciones que tienen que manejar este tipo de situaciones ni por los vecinos del lugar. Desafortunadamente, la orden de evacuación llegó tarde para las víctimas. A deshora porque no se tenía experiencias previas sistematizadas que permitieran reconocer los precursores a este evento de manera precisa que permitieran a la Alcaldía y a CONRED identificar que a la región del Barrio San Antonio sería necesario evacuar.

La manifestación de este tipo de precursores “ambientales” no es nuevo, pero rara vez parece tomarse en cuenta en ciudades, aunque en algunas regiones remotas grupos étnicos aun hacen uso de tales precursores. En la isla Simeleu en Indonesia, el jefe de la tribu local recordó los consejos de sus ancestros y logró reconocer las señales precursoras al tsunami del 24 de diciembre del 2004, incitando a su tribu a abandonar la zona costera y huir tierra adentro antes de la llegada del tsunami de manera exitosa1.En Guatemala, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas –OIT- el autor del presente y el Sr. Ramiro Batzín de la Fundación Sotzil realizaron una investigación para identificar algunos de los precursores asociados a diversas amenazas2. Como comenta el Sr. Batzín, poblaciones indígenas han reconocido la presencia inusual de coyotes antes de erupciones y terremotos en comunidades rurales situadas en las faldas de volcanes o zonas expuestas a sismos. Se menciona además el vuelo de las aves denominadas azacuanes en direcciones particulares informando sobre la llegada o el fin de las lluvias; el comportamiento inusual de las gallinas al medio día antes de un desastre; cambios en los patrones de la luna asociados a sequía o vientos y otras señales similares que pueden utilizarse como precursores a diversos tipos de eventos si se sistematizan de manera adecuada. Desafortunadamente, en muchos casos estos conocimientos no se toman en cuenta. La tabla 4 presenta algunos de los precursores que han sido observados por grupos de personas de diversas etnias con respecto a varias amenazas en Guatemala. Reconociendo el papel crucial que juegan los precursores en lo que respecta a los sistemas de alerta temprana, el primer paso para utilizarlos consiste en identificarlos y sistematizarlos. La sistematización consiste en recopilar datos históricos sobre magnitud y localización de los eventos y su correlación con la manifestación de los precursores para determinar aspectos tales como el tiempo de antelación entre la manifestación del precursor y el evento en sí; la dimensión o magnitud con la cual se manifiesta el precursor en relación con la magnitud o intensidad del evento y la certidumbre o incertidumbre con respecto a la manifestación del precursor para todos los fenómenos que se han manifestado. De manera similar se recopila información sobre las formas mediante las cuales se detecta los precursores. En el cuadro que sigue se presentan algunas de las preguntas necesarias para completar la sistematización de observaciones visuales de precursores. Una vez completada la identificación de éstos se procede a desarrollar técnicas para su medición. En el caso del hundimiento en el Barrio San Antonio se manifestaron diversos tipos de éstos. Sin embargo, el limitarse a uno de éstos solamente no permite precisar de qué tipo de fenómeno se trata ni la magnitud u hora en la cual se manifestará.

En tal sentido, la experiencia indica que el pronóstico de eventos se puede realizar con mayor precisión si se utiliza una variedad de precursores de manera simultánea. El caso de los tsunamis es un ejemplo típico. La utilización exclusiva de sismos no necesariamente permite pronosticar si se manifestará un tsunami o no. En la actualidad es necesario complementar el uso del precursor sismo con un precursor asociado a una variación en el nivel del mar o la presión en el fondo del océano, que confirma la manifestación de un tsunami.
Reconociendo el potencial que pueden ofrecer estos precursores, se sugiere a los institutos técnico-científicos que colaboran con las entidades nacionales de protección civil el colaborar en los esfuerzos iniciales para su identificación y posterior sistematización para determinar su aplicabilidad en el contexto de los sistemas de alerta temprana.
El siguiente paso será, como lo comenta el físico Enrique Molina, Jefe de la sección de Geofísica del INSIVUMEH, identificar que parámetro físico o químico utilizan los animales e insectos para percibir las señales y diseñar instrumentos de medición para tecnificar este proceso. Como se mencionó en el lema de la tercera conferencia global de alerta temprana realizada en Bonn, Alemania en marzo del 2003, es tiempo para pasar de los conceptos a la acción.

Juan Carlos Villagrán de León
villagran@ehs.unu.edu
Centro de Investigación y Mitigación de Desastres Naturales CIMDEN
Link para que consulten el artículo completo publicado en elPeriódico Guatemala
http://www.elperiodico.com.gt/es/20070429/actualidad/39090/

 


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