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Hacia la gesti�n de riesgo de desastre por tsunamis en Am�rica Central

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La amenaza por tsunamis en Am�rica Central fue subestimada hasta marzo de 1992, cuando un tsunami de casi 10 metros de altura lleg� a la Costa Pac�fica Nicarag�ense, anegando grandes sectores, matando 170 personas. Tal tsunami fue precedido por un temblor lento levemente percibido por la poblaci�n, la cual no se dio cuenta del peligro y fue sorprendida por el destructivo evento. A partir de entonces iniciaron estudios sobre tal amenaza en la regi�n encontr�ndose que desde 1539 hasta el presente, 49 tsunamis han afectado las costas centroamericanas, 37 en el Pac�fico y 12 en el Caribe. Ellos han cobrado cerca de 500 vidas en la regi�n. Las fuentes locales producen tsunamis, pero no solo ellas, tambi�n temblores de Alaska y Colombia han generado tsunamis que han llegado hasta las costas centroamericanas, dejando destrucci�n y muerte. En la siguiente tabla se listan los tsunamis m�s destructivos de la regi�n.

Como en todo el mundo, nuestros tsunamis se deben principalmente a grandes temblores que ocurren bajo los fondos marinos u oce�nicos, en cuatro ambientes geol�gicos muy bien conocidos, a saber: la Fosa Mesoamericana, la Zona de Fractura de Panam�, el Cintur�n Deformado del Norte de Panam� y el Sistema de Fallas Polochic-Motagua-Chamalec�n-Swan (Golfo de Honduras).

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La Fosa Mesoamericana es el l�mite entre las placas del Coco y Caribe, a partir del cual la primera empieza a introducirse bajo la segunda. La continua colisi�n de estas placas geol�gicas es la principal causa de nuestros grandes temblores submarinos, con potencial para generar tsunamis. Pero no solo el choque entre las placas es factor coadyuvante a la generaci�n de tsunamis, hay otro aspecto que complica la situaci�n y aumenta las posibilidades, se trata de montes submarinos que est�n entrando enteros bajo la placa Caribe (principalmente frente a Costa Rica), es decir, no se est�n despedazando. Como no se destruyen, al entrar bajo la placa superior levantan y deforman el fondo oce�nico, reproduciendo la forma del volc�n o monte marino en �l. Lo anterior lleva al aumento de las pendientes submarinas y con ello, a la posibilidad de ocurrencia deslizamientos submarinos que provoquen tsunamis.

La denominada Zona de Fractura de Panam� es el l�mite entre las placas del Coco y Nazca y se ubica al sur de Punta Burica, zona fronteriza entre Panam� y Costa Rica. Est� constituida por una serie de rupturas en el fondo oce�nico, de orientaci�n norte- sur y movimiento horizontal de los bloques rocosos entre fracturas. Es una zona muy activa geol�gicamente en la que el continuo movimiento de los bloques genera mucho esfuerzo tect�nico y por ende, una gran cantidad de temblores, todos ellos submarinos. Gracias a que los desplazamientos del fondo oce�nico son horizontales, el potencial para la generaci�n de tsunamis es menor, pero pese a ello, la zona es considerada otra fuente de tsunamis para la regi�n.

El Cintur�n Deformado del Norte de Panam� es un levantamiento del fondo marino localizado frente a la costa Caribe de Costa Rica y Panam�, caracterizado por esfuerzos compresivos y fallamiento tanto en el lecho marino como en el sector continental. Estos hechos sugieren que la placa Caribe se introduce bajo ella misma a lo largo de este cintur�n. No tiembla mucho en este sector, pero si muy fuerte; en 1882 ocurri� en esta zona deformada el terremoto m�s grande de Am�rica Central, el conocido Terremoto de San Blas, de magnitud 7,9 y ubicaci�n cercana a las Islas San Blas, al norte del territorio continental paname�o. Otro fuerte temblor del Cintur�n fue el terremoto de Lim�n, Costa Rica, de 1991 de magnitud 7,6, producto de la liberaci�n de esfuerzo acumulado en una de las principales del sistema. Ambos terremotos causaron muertes y provocaron tsunami.

El sistema de fallas Polochic-Motagua-Chamalec�n-Swan es el l�mite entre las placas Caribe y Norteamericana y se extiende a lo largo de la frontera Guatemala-Honduras, pasa por el lago Izabal, entra al Golfo de Honduras y contin�a hasta el sur de Cuba. En este sistema se gener� el tr�gico terremoto de Guatemala de 1976.

La vulnerabilidad

Nuestra vulnerabilidad a tsunamis es creada y est� �ntimamente ligada al pasado, a los procesos de producci�n y a nuestro desarrollo. Aunque desde tiempos precolombinos las regiones costeras centroamericanas eran habitadas por ind�genas, nuestros principales centros de poblaci�n costeros son creados entre los siglos XIX y XX con el fin de facilitar el intercambio comercial. De manera que las consecuencias hist�ricas de la pol�tica, econom�a y procesos sociales hacen que hoy d�a un sector de la poblaci�n de Am�rica Central viva en �reas vulnerables a tsunamis; as� que la vulnerabilidad fue impuesta por arreglos sociales humanos estructurados en y por los procesos de producci�n.

Pero la vulnerabilidad ante tsunamis no solo permanece, sino que se sigue acumulando y est� creciendo. Nuestras costas siguen atrayendo nacionales y extranjeros, turistas y residentes. El turismo est� provocando un impresionante desarrollo costero en los dos litorales de nuestra regi�n, pero sobre todo en el Pac�fico. Es tal el crecimiento de la actividad tur�stica en el Pac�fico costarricense que hoy d�a hasta se habla de �reas geogr�ficas de competitividad econ�mica como Brasilito-Papagayo y Dominical-Osa. En la primera est�n creciendo las aglomeraciones costeras movidos por el turismo recreativo y en la segunda tambi�n, pero m�s que todo por el turismo ecol�gico. Por lo anterior, bien podemos decir que las nuevas condiciones de vulnerabilidd dependen del nivel de desarrollo alcanzado, as� como de la falta de planeamiento de est� y no son condiciones extremas como pobreza, falta de recursos o marginalizaci�n lo que est� aumentando la fragilidad de la poblaci�n a un desastre por tsunami.

La vulnerabilidad se estima con base en tres componentes, a saber: la exposici�n f�sica, la resistencia y la resiliencia. El primero es un producto de la ubicaci�n f�sica y del car�cter del ambiente natural y construido alrededor. La resistencia representa la capacidad de un individuo o grupo de personas a oponerse al impacto de una amenaza y refleja la salud f�sica, psicol�gica y econ�mica de los individuos o grupos de personas; los mejores esfuerzos para acrecentarla se enfocan en m�s amplias metas de inclusi�n econ�mica, pol�tica y social. La resiliencia es la habilidad de un individuo para contender o adaptarse al estr�s amenazante, es producto de la preparaci�n planeada a la luz de la potencial amenaza y ajustes espont�neos y premeditados en respuesta a la amenaza sentida. A continuaci�n se anlizar� cada uno de estos componentes referidos a la amenaza por tsunamis.

Ambas costas est�n expuestas a los tsunamis, pero m�s la costa Pac�fica por tener cerca y al frente la zona de colisi�n entre las placas del Coco y Caribe, principal proceso que genera nuestros temblores submarinos. Tambi�n por estar m�s poblada que la Caribe. Pero por otro lado, la topograf�a de esta, caracterizada por alto relieve en la mayor parte de ella, la hace una costa con muchos sitios altos y seguros donde refugiarse en caso de la manifestaci�n de la amenaza. La costa Caribe es todo lo contrario, en ella la actividad s�smica es mucho menor pero, en t�rminos generales, su plana topograf�a ofrece muy pocos sitios seguros para escapar de un eventual tsunami.

Si resistencia es oponerse y si su incremento tiene que ver con inclusi�n econ�mica, social y pol�tica concluimos que hoy estamos tan vulnerables como ayer. En ese sentido quiz� hasta haya incrementado nuestra vulnerabilidad porque la brecha entre ricos y pobres parece estar aumentando el cambio social no se est� gestando y las decisiones pol�ticas no son participativas. Seguimos siendo una regi�n pobre, con limitado desarrollo rural, Dengue en ambas costas, una gran inseguridad ciudadana y una creciente ola de violencia y delincuencia. Con todo lo anterior es f�cil concluir que no hay condiciones aptas para realzar la resistencia a las amenazas en nuestra regi�n.

Lo que s� est� mejorando es la resiliencia, b�sicamente por la preparaci�n que est� recibiendo la poblaci�n estudiantil y los residentes costeros.

Gesti�n de riesgo en Costa Rica

El riesgo de desastre es una convoluci�n de la amenaza por la vulnerablidad que implica concomitancia y condicionamiento mutuo, no hay vulnerabilidad si no se est� amenazado y no se puede estar amenazado si no se est� expuesto o vulnerable. Debido a que existe amenaza por tsunamis y vulnerabilidad ante ellos en Am�rica Central, tambi�n existe riesgo. Y si existe riesgo, hay que tomar medidas para reducir las p�rdidas potenciales de los individuos y sistemas expuestos. La gesti�n de riesgos implica tres pol�ticas p�blicas: la identificaci�n del riesgo, la reducci�n de �ste y el manejo del desastre.

Identificaci�n del riesgo

En este aspecto juegan un papel importante las percepciones individuales, las representaciones sociales y la estimaci�n objetiva de los factores de riesgo, a saber: la amenaza y la vulnerabilidad. Antes del tsunami de Indonesia del 2004, casi toda la poblaci�n centroamericana ignoraba lo que era un tsunami tanto porque ellos no ocurren constantemente como porque no generan desastres frecuentemente. En consecuencia, ellos no eran percibidos como un peligro y por tanto, a menudo no eran integrados dentro de los ambientes humanos, y la colectividad no ten�a una imagen o interpretaci�n de ellos. Pero luego del 2004 la situaci�n cambi� porque en casi todo el mundo se pudo ver las im�genes de un gran tsunami y sus tr�gicos efectos. Se pas� entonces de la incredulidad y la negaci�n a la percepci�n y aceptaci�n del riesgo. Hoy d�a un gran n�mero de centroamericanos creen que los tsunamis son grandes olas, generalmente destructivas. Hay mayor sensibilidad hacia el tema y una mejor disposici�n de considerar futuros ajustes de preparaci�n y esfuerzos de mitigaci�n. Sin embargo, aun se observan rasgos de indiferencia, desinter�s y escepticismo en algunos elementos de la sociedad sobre el tema.

La estimaci�n de los factores de riesgo ha sido abordada previamente (Fern�ndez et al., 2000; Fern�ndez y Rojas, 2000; von Huene y Ranero, 2000; Fern�ndez, 2001; Fern�ndez y Alvarado, 2005 y Fern�ndez y Ortiz, 2007) y se ha complementado en este trabajo. La posibilidad de generaci�n de tsunamis locales es real en ambas costas. Para conocer la amenaza y vulnerabilidad de un �rea espec�fica se requieren estudios m�s detallados que incluyan la posible inundaci�n. En Puntarenas, principal puerto del Pac�fico de Costa Rica, se han hecho estimaciones preliminares sobre inundaci�n por tsunamis.

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La reducci�n de riesgos

La reducci�n de riesgos incluye la prevenci�n y la mitigaci�n. La prevenci�n comienza con la investigaci�n de la amenaza y la identificaci�n de la vulnerabilidad. El estudio permanente de las amenazas, sus efectos y las interacciones din�micas entre ellas y los medios de subsistencia de la poblaci�n y el bienestar de las sociedades contin�a siendo un elemento fundamental de las estrategias eficaces de reducci�n de desastres. Gracias a esfuerzos realizados por diversas instancias de la Universidad de Costa Rica (Centro de Investigaciones Geof�sicas, Programa de Investigaci�n en Desastres, Red Sismol�gica Nacional: RSN: ICE-UCR) ha sido posible mejorar sustancialmente el conocimiento de la amenza por tsunamis en la Regi�n. Las investigaciones abarcan el registro hist�rico de tsunamis, las posibilidades futuras de ocurrencia y su posible impacto en las sociedades, as� como las implicaciones sociales, econ�micas y ambientales de la vulnerabilidad. Ellas han confirmado la amenaza en nuestras dos costas y las posibilidades de ocurrencia en el futuro. Los estudios del fondo oce�nico revelan que la pendiente continental est� sumamente deformada por la introducci�n de montes marinos bajo la placa Caribe lo cual crea condiciones de inestabilidad aptas para movimientos de masas r�pidos que podr�an resultar en tsunamis.

En cuanto a prevenci�n, se ha incursionado de manera seria y decidida en las �reas de la educaci�n y promoci�n. Reconociendo que la regi�n est� expuesta a la amenaza de tsunamis, se plantea la necesidad de abordar el tema como un esfuerzo institucional regional, nacional y local. En este contexto, la educaci�n vuelve a constituirse en el medio a trav�s del cual se sustenta el proceso de informaci�n, conocimiento y transformaci�n de actitudes y buenas pr�cticas en las personas a mediano y largo plazo. Lo antes expuesto motiv� el dise�o y ejecuci�n del proyecto Promocion en Centros Educativos Ante la Amenaza de Tsunamis en el Canton Central de Puntarenas, Costa Rica, un esfuerzo conjunto entre la Comisi�n Nacional de Prevenci�n de Riesgos y Atenci�n de Emergencias (CNE) el Ministerio de Educaci�n P�blica, la Municipalidad de San Jos�, la Agencia de Cooperaci�n Japonesa y la Universidad de Costa Rica. Dicho proyecto constituye el inicio de un proceso que comienza con informaci�n, conocimiento hacia la apropiaci�n de buenas practicas para avanzar hacia la organizaci�n, capacitaci�n y acciones de prevenci�n y respuesta.

El impacto social del proyecto se sustenta en un primer referente que son los 230 docentes, quienes recibir�n la informaci�n necesaria para transmitirla a la poblaci�n estudiantil y estos a su vez, dispondr�n de material educativo apropiado para ense�ar a su n�cleo familiar sobre el tema de tsunamis. Se trata de un plan piloto que se replicar� en todas las zonas costeras del pa�s.

Muy ligado a la educaci�n va la instalaci�n de r�tulos educativos en las playas lo cual ya ha iniciado en Costa Rica, apoyado por la empresa privada. Los primeros r�tulos educativos instalados los coloc� el hotel Los Sue�os Marriotts, asesorado por la Universidad de Costa Rica, en playa Herradura, cant�n de Garabito, Puntarenas. Se colocaron dos r�tulos, uno en espa�ol y otro en ingl�s por consideraci�n a los turistas. Tambi�n hay un r�tulo instalado en playa Bejuco cerca de las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. Con el proyecto de amenaza de tsunamis en Puntarenas se espera colocar m�s r�tulos en las playas de esa provincia.

En materia de mitigaci�n, que corresponde m�s con obras f�sicas, es importante indicar que las obras civiles cercanas a la playa deben ofrecer resistencia al embate de la masa de agua porque se ha visto que algunos edificios pueden sufrir colapsos parciales cuando son golpeados por una enorme masa de agua. Un aspecto que debe tenerse presente a la hora de hacer desarrollos tur�sticos es construir en las partes altas para reducir el riesgo de inundaci�n. Esta pr�ctica ya se est� ejecutando m�s que todo por dar hermosas vistas a los turistas desde las habitaciones de un hotel. Sin importar las razones que llevan a esto, es una buena pr�ctica que debe fomentarse en todas las zonas costeras de la regi�n.

El manejo del desastre

El manejo del desastre corresponde al ente rector en la materia, la Comisi�n Nacional de Prevenci�n de Riesgos y Atenci�n de Emergencias, (CNE). Esta instituci�n basa su trabajo en el Plan Nacional de Emergencias (PNE) y en su sistema de atenci�n de emergencias que se compone de instituciones coadyuvantes y comit�s locales de emergencias. Antes de que el tsunami llegue a nuestras costas o una vez que ocurra el desastre, la CNE debe activar el PNE y los comit�s locales para que atiendan la emergencia. Pero este requiere de funcionalidad tanto del plan como de los miembros del sistema, de lo contrario la respuesta es ineficaz y tal vez ineficiente.

Referencias

Fern�ndez, M., Molina, E., Havskov, J., Atakan, K., 2000: Tsunamis and tsunami hazard in Central America. Natural Hazards 22: 91-116.

Fern�ndez, M., Rojas, W.,2000: Amenaza s�smica y por tsunamis, en: Denyer, P., Kussmaul, S.(Eds), Geolog�a de Costa. Editorial Tecnologica de Costa Rica.

Fern�ndez, M., 2001: Da�os, efectos y amenaza de tsunamis en Am�rica Central. Rev. Geol. AMER. Central, 26: 71-83.

Fern�ndez, M., Alvarado, G., 2005: Tsunamis and tsunami prepardness in Costa Rica, Central America. ISET Journal of Earthquake Technology, Paper 466, Vol. 42, No. 4, pp 203-212.

Fern�ndez, M., Ortiz, M.,:.Earthquake-Triggered Tsunamis in Central America, in: Bundschuh, J. & Alvarado, G.,: Central America: Geology, Resources and Hazards, Taylor & Francis, London, England, First Edition, 2007.

Autor: Mario Fern�ndez: mefernan@cariari.ucr.ac.cr Centro de Investigaciones Geogr�ficas y Red Sismol�gica Nacional de Costa Rica


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