Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
América Latina y el Caribe  

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

Editorial

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Menos Vulnerabilidad: Menos Desastres

Paradójicamente, en un momento en que se está realizando un esfuerzo extraordinario por elevar la sofisticación, seguridad y confort de nuestras sociedades, nuestra vulnerabilidad a los peligros naturales está, de hecho, en constante aumento. Con nuestros actuales patrones de desarrollo, más y más personas y activos se están concentrando en áreas expuestas a amenazas, tales como planicies aluviales, laderas inestables, ciudades costeras y deltas de ríos. El crecimiento acelerado de las poblaciones y los centros urbanos, el deterioro ambiental y la pobreza, hacen que nuestras sociedades se tornen más frágiles, más vulnerables y menos capaces de enfrentar a las fuerzas de la naturaleza.

La vulnerabilidad es el resultado de una acumulación de diversos factores y circunstancias. Por ejemplo, la vulnerabilidad de los asentamientos humanos a las amenazas naturales depende sobre todo de la capacidad de la infraestructura física a resistir aquellas amenazas a las que está expuesta. Los factores sociales también contribuyen al aumento en la vulnerabilidad: personas que viven en la misma ciudad pueden verse afectadas de manera diferente por la misma amenaza. La experiencia muestra que personas con niveles de ingresos diferentes tienden a verse afectadas de manera diferente por el mismo evento; la vulnerabilidad de un individuo a los desastres generalmente se reduce entre mayores sean sus ingresos. El acceso a la información es otro factor que determina el grado de vulnerabilidad: las mejoras en este campo, sobre todo en una mayor conciencia de los riesgos existentes y cómo evitarlos o reducirlos, puede reducir significativamente la vulnerabilidad de un individuo a las amenazas circundantes.

Las estrategias para reducir la vulnerabilidad incluyen medidas como desarrollo sin planificación y evitar nuevas construcciones en áreas expuestas a amenazas conocidas. El uso de sistemas de alerta temprana que resulten accesibles y comprensibles para todos los niveles de la población, la construcción de edificios resistentes, un mayor conocimiento y conciencia de la reducción de los desastres entre todos los sectores sociales—estas son otras tantas estrategias que pueden rendir abundantes beneficios.

Todo esto, sin embargo, no basta. Como ya lo señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan,

“El edificar una cultura de prevención no es fácil. En tanto que los costos de la prevención deben pagarse ahora, sus dividendos se hallan en el futuro remoto. Además, los beneficios no son tangibles: son los desastres que no sucedieron.”
Esta es, a menudo, la razón subyacente de que muchos Gobiernos se resistan en invertir en la prevención y en medidas para reducir la vulnerabilidad. Cambiar esta actitud requiere pensar a largo plazo, puesto que es tan solo con el paso del tiempo que la prevención puede ahorrar dinero y—lo que es más importante—reducir el sufrimiento humano, ese que ni la ayuda humanitaria más generosa puede compensar.

La Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres (EIRD) tiene como misión promover el concepto de la reducción de la vulnerabilidad. El lema de este año para la Campaña Mundial para la Reducción de los Desastres es Menos Vulnerabilidad: Menos Desastres. La Secretaría de la EIRD quiere alentar su activa participación en la campaña por medio de la organización de actividades locales o su participaciónen el concurso sobre mapas locales de riesgo.

Este número de EIRD Informa también incluye una sección sobre uno de los subtemas de la Campaña: movilizar las comunidades locales para la reducción de los desastres. Incluye artículos sobre diversas experiencias en la reducción de los desastres en el plano local, así como directrices para la elaboración de mapas comunitarios de riesgo.
Esperamos que disfrute de este número. Son bienvenidos todos los comentarios y sugerencias, sobre todo los que nos ayuden a mejorar la revista.

Si desea mayor información, favor comuníquese con la Unidad de la EIRD para América Latina y el Caribe
elina.palm@crid.or.cr
margarita.villalobos@crid.or.cr

Visite los siguientes sitios Web:
www.crid.or.cr
www.unisdr.org


Un nuevo Director de la Secretaría de la EIRD

La Secretaría de la EIRD, con sede en Ginebra, se complace en anunciar el nombramiento de su nuevo Director, el Sr. Sálvano Briceño. El Sr. Briceño es un abogado venezolano. Desde 1978, ha merecido puestos de alto rango en el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales Renovables (MARNR) de su país, la Unión Mundial para la Conservación (UICN) y desde 1987 en Naciones Unidas. La carrera profesional del Sr. Briceño se ha concentrado en aspectos de políticas públicas y la gestión de programas internacionales en los diversos campos del desarrollo sostenible.


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