Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
América Latina y el Caribe  

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

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Seminario Taller Estrategia para la Reducción de los Desastres en las Comunidades y el Manejo del Riesgo en los Asentamientos Humanos de América Central

El Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central (CEPREDENAC) y la Red Comunitaria de América Central para la Gestión del Riesgo (Red Comunitaria), organizaron el Seminario-Taller Estrategia para la Reducción de los Desastres en las Comunidades y el Manejo del Riesgo en los Asentamientos Humanos de América Central, realizado en Cartago, Costa Rica, del 13 al 15 de noviembre del 2000.

Este Seminario-Taller forma parte de las actividades del “Marco Estratégico para la Reducción de la Vulnerabilidad y los Desastres en Centroamérica” y del “Quinquenio Centroamericano para la Reducción de las Vulnerabilidades y el Impacto de los Desastres” establecidos en la XX Cumbre de Presidentes Centroamericanos en octubre del 99.

El objetivo central fue el desarrollar insumos y unificar criterios para la elaboración de la Estrategia Regional de Manejo del Riesgo en el Sector Vivienda y Asentamientos Humanos de América Central que se incorporará al Plan Regional de Reducción de los Desastres coordinado por el CEPREDENAC, como organismo regional especializado del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

Como punto de partida para las discusiones se consideraron una serie de antecedentes y compromisos ya adquiridos por los Gobiernos, cabe destacar algunos de ellos como la II Agenda Habitat, que fue adoptada en la Conferencia Mundial Habitat II en Estambul en 1996; la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), pasando por el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1996) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1996), donde se declara la vivienda como un derecho humano. Esto significa que toda persona sin discriminación de sexo, religión, edad, raza, ideas políticas o cualquier otra condición tiene derecho a una vivienda digna y dentro de estas personas deben privilegiarse las mujeres, niños, ancianos, discapacitados y en general todos los grupos vulnerables.

En vista de que se ha dado poco seguimiento a la implementación de estos pactos, convenciones y planes de acción, la revisión se concentró en considerar los siguientes enfoques y elementos como líneas de acción: el ser humano como centro de las acciones, acorde con la definición de desarrollo sostenible que adoptó la Alianza para el Desarrollo Sostenible (ALIDES) “… es un proceso de cambio progresivo de la calidad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social …” La participación ciudadana y la descentralización, son prácticas que deben ir de la mano con la gestión para el manejo del riesgo. Definir espacios, prioridades y ámbitos de acción; un estudio minucioso de los factores de riesgo, los asentamientos y viviendas en mayor grado de vulnerabilidad, y la relación entre el déficit estructural de la vivienda y el riesgo deberá ser la base de cualquier análisis para tomar acciones destinadas a reducir los desastres en la región. El ordenamiento del territorio; es el fundamento de cualquier acción de prevención de riesgos en los asentamientos humanos y de un programa de desarrollo sostenible y se debe entender como la proyección espacial de las finalidades o políticas sociales, económicas y ambientales del desarrollo.

El combate a la pobreza; mientras más de la mitad de la población viva en condiciones de pobreza, difícilmente se podrá reducir el riesgo si no se plantean mecanismos para mejorar las condiciones y los factores de vulnerabilidad de la población que se traduzcan en políticas y acciones nacionales. La ubicación, el diseño y la construcción de los nuevos asentamientos; establecer normas consecuentes y estrictas que regulen el uso del suelo, los criterios de desarrollo urbano para asentamientos, el diseño y estructura de las viviendas, etc., para preveer posibles amenazas y mitigar la vulnerabilidad. Reducción del déficit cualitativo de la vivienda; deben ser a corto, mediano y largo plazo y destinadas a reducir la cantidad de viviendas mal construidas y deterioradas que presentan una amenaza para sus habitantes en el momento de la ocurrencia de un fenómeno natural.
“Saneamiento” o reubicación de asentamientos humanos en mayor grado de riesgo. Seguridad de la tenencia; es necesario impulsar acciones legales, a corto y mediano plazo, para legalizar o garantizar los mecanismos jurídicos que le aseguren la tenencia de terrenos o de viviendas a los pobladores que habitan en condiciones de ilegalidad. Códigos y normas de construcción; mejoramiento de la capacidad instalada para la construcción, se necesitan medidas urgentes para mejorar la capacidad formal instalada dedicada a la rama de la construcción. Promoción de una cultura de prevención; capacitación y formación, indispensable impulsar procesos destinados a formar capacidades, dotar de habilidades y aptitudes técnicas, teóricas y prácticas, para transformar a nuestras vulnerables sociedades en comunidades autogestionarias. Intercambio de experiencias, los intercambios a diferentes niveles de responsabilidad y territorialidad donde los problemas y posibles soluciones son similares, ayudarán tanto para fomentar lazos de cooperación horizontal y de región como para promover la implementación de soluciones apropiadas.

Finalmente se elaboró la Declaratoria de Tres Ríos, que entre otras cosas señala que es necesario que las comunidades participen real y efectivamente en la elaboración de la estrategia para la reducción de los desastres en los Asentamientos Humanos de América Central, la aplicación de estas y la administración de los recursos; que con base en el trabajo en las comunidades se pueda incidir en las políticas locales, nacionales y regionales para la toma de decisiones en la gestión del riesgo.

Se contó con la participación de miembros de las comunidades que conforman la Red Comunitaria de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Panamá; Instituciones Públicas; Cooperación Internacional de la región; Organización de las Naciones Unidas; CEPREDENAC y el SICA.

Para mayor información contactar a:
Red Comunitaria
Secretaría Técnica
Nicaragua: Porfirio Gámez
Fax (505) 265-1244
mcn@nicarao.org.ni

Costa Rica: Enrique Tula
Fax (506) 283-5665
arkiplan@sol.racsa.co.cr

El Salvador: Samaria Chavarría
Fax (503) 284-4673
fudecit@es.com.sv

CEPREDENAC
David Novelo
Fax (507) 316-0067
dnovelo@cepredenac.org


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