Revista EIRD Informa - Las Américas
 
Contenido
 
Siguiente

Educación en gestión del riesgo de desastre en Centroamérica Datos históricos de referencia

imagen 1
Foto: © UNICEF

En materia de reducción del riesgo de desastres en Centroamérica, resulta necesario partir de lo que se relata en el libro Popol Wuj de la cultura Quichè, que se desarrolló en Mesoamérica y que influyó en países de la región y en el cual se encuentran relatos asociados con los desastres y especialmente con la planificación para reducir los riesgos.

Junajpú e Xbalanquè, utilizando una estrategia muy bien planeada, derrotaron a Cab Rakàn ente que “hacía menear y estremecer los montes” (Saravia E. Albertina. 1992), refiriéndose a lo que hoy denominamos como sismo o seísmo.

En tiempos más recientes, existen en los países centroamericanos evidencias de que los Ministerios de Educación, ante la posibilidad de la ocurrencia de eventos adversos como huracanes, bombardeos o ataques bélicos y epidemias, entre otros; o durante períodos de alta sismicidad, por ejemplo, giraron recomendaciones y directrices asociadas a la prevención y a la preparación, por medio de cartas circulares, decretos y Resoluciones de Despacho entre otras vías.

Sin embargo, fue a partir de finales de la década de los años ochenta y principios de los años noventa cuando, de manera particular, en cada país y también con una perspectiva regional que se fue desarrollando la educación en gestión del riesgo de manera sistemática.

En el mes de octubre del año 1990 la Asociación Compañeros de las Américas Internacional realizó un seminario internacional en Costa Rica, el cual promovió lo que pocos meses después fueran los programas de preparación para emergencias escolares en Guatemala y Honduras, el PEEMEP de Nicaragua y, además, permitió fortalecer el Programa Educativo para Emergencias que venía funcionando en Costa Rica desde el año 1986.

En ese Seminario se trabajó en la planificación específica para cada país, pero con base en una estrategia regional. Se partió de la realización de planes piloto con 4 escuelas en Guatemala, Honduras y Nicaragua y la extensión del programa en Costa Rica.

Para esos mismos años, con la participación de instituciones nacionales e internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS) y la Cooperación Sanitaria Italiana entre otras, en El Salvador también se hacían los primeros esfuerzos de institucionalizar el tema educativo.

Por su parte Panamá contaba con el Programa de Protección Civil Escolar al amparo de la Ley 22 del 15 de noviembre de 1982 en el cual se impulsaba capacitación a docentes del país sobre preparación para emergencias.

Podemos decir que los países centroamericanos centraron sus esfuerzos en planes piloto y capacitación a docentes de escuelas en el tema de la preparación.

Esta tendencia se ve reflejada en un acuerdo que los representantes de los países del Programa de Compañeros de las Américas toman en 1993, en su reunión anual, realizada en Ciudad Antigua Guatemala, por medio del cual se decide iniciar un proceso para el diseño de lo que luego se llamó el Curso de Seguridad Escolar para Casos de Emergencia y que vendría a sistematizar y estandarizar la capacitación básica de los docentes para organizar planes para emergencias en centros educativos.

En el año 1994 en Cuenca, Ecuador el mismo grupo valida las bases curriculares y el contenido del curso. En julio del año 1995 en Cartago, Costa Rica se hace el primer curso de prueba.

En ese mismo año se integran al grupo de países centroamericanos de Compañeros de las América El Salvador y Panamá, fortaleciéndose, de esa forma la integración de esfuerzos.

Este Programa pionero, continuó dando su apoyo hasta el año 1998 en que, se disminuyen sus actividades de nivel regional por razones de índole básicamente financiera, sin embargo este programa continúa operando.

Sobre esa base común, en el segundo lustro de la década de los años noventas los países fueron innovando y avanzando en diversas áreas de la educación para la gestión del riesgo.

Por ejemplo, en Costa Rica en 1992 el tema gestión del riesgo se incluyó en los Programas de Estudio de la Educación Primaria y en El Salvador, se realizaba el primer taller para la inclusión del tema reducción del riesgo en los programas de estudio de la Educación Primaria.

En 1994 en Nicaragua, se redacta el Plan Nacional de Educación Escolar para Casos de Emergencia. El primero en la Región, con fines de integración nacional de esfuerzos interinstitucionales en el tema. Posteriormente Costa Rica, Honduras y Panamá definen los propios.

En año 1994 en Nicaragua se redacta La Guía Metodológica para el Desarrollo del Eje Educativo Desastres auspiciado por Compañeros de las Américas Nicaragua/Wisconsin con el propósito de que los docentes contaran con un documento que les facilitara sus labores educativas en el aula.

En el año 1995 comienza un proyecto piloto apoyado por la OEA Y ECHO en Nicaragua y El Salvador orientado a la reducción de la vulnerabilidad de las escuelas a los peligros naturales. En el año 1997 se extiende el programa al resto de los países de la región.

El 27 de enero de 1996 es aprobado y oficializado en Ciudad Antigua Guatemala, el Anexo Institucional Estratégico en la Educación para Desastres y Reducción de Vulnerabilidad, promovido por CEPREDENAC, OEA y la CECC, que representa el primer producto de naturaleza regional con fines de trabajo integrado.

En Costa Rica se pone a disposición de los docentes el documento Fenómenos Atmosféricos y Cambio Climático, Visión Centroamericana, con fines similares.

En 1997 el Centro Regional de Información sobre Desastres para América Latina y el Caribe (CRID) publica el Biblio-Des que lo dedica a la Educación y Escuelas más Seguras y que ofrece una extensa lista de autores y documentos que tratan sobre temas educativos y de preparación para casos de desastre.

En octubre de 1998, en Ciudad Panamá, en un taller especialmente organizado para se propósito, se revisa y define el Plan Centroamericano de Reducción de Riesgos y Desastres en un taller auspiciado por la CECC, CEPREDENAC, OEA y la Agencia de Cooperación Sueca.

Este Plan no se desarrolló de manera directa por parte de CEPREDENAC, sin embargo, algunas instituciones nacionales e internacionales que lo conocían, trabajaron algunos componentes de manera particular.

El huracán Mitch ocurrido en 1998 activó en la región una serie de proyectos, en el marco de la recuperación que permitió el desarrollo de proyectos, especialmente de capacitación.

En este mismo año Costa Rica elabora el Plan Nacional de Educación para la Reducción del Riesgo.

En cuanto al tema que podríamos vincular con la Educación Inclusiva en Gestión del Riesgo, han existido iniciativas importantes. Entre el 17 y el 19 de marzo de 1999, en Ciudad Panamá y bajo el auspicio del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), El Instituto Panameño de Habilitación Especial, la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI) y CEPREDENAC, se realizó el Primer Taller Centroamericano de Educación Ante los Riesgos y Desastres en los Discapacitados.

El objetivo de esta actividad se orientó hacia el intercambio y evaluación de experiencias sobre el tema y la definición de una estrategia regional dentro del marco del “Anexo Institucional Estratégico y del Plan Centroamericano de Educación sobre Riesgos y Desastres” (Plan del Seminario, Panamá, 1999). Participaron 5 funcionarios de SINAPROC, 14 funcionarios del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) y dos representantes de cada uno de los otros países centroamericanos.

 

También en Panamá, La Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena define el Plan Institucional de Gestión del Riesgo el cual determina la manera como la institución va a lograr su seguridad interna, la formación de los estudiantes y su proyección comunal en el campo. Con base en esto la institución ha graduado como docentes cada año cerca de 350 estudiantes quienes laborarán en los centros educativos del país.

Dos iniciativas regionales pioneras señalan los albores de los procesos de gestión del riesgo en la Región en la Educación Superior.

Con el apoyo de la OPS/OMS se integra una Comisión Centroamericana en las Facultades de Medicina la cual se propone, entre otras metas, integrar los esfuerzos que en la formación de profesionales de la salud en el campo de la gestión del riesgo.

Por otra parte, en diciembre del año 1999, en la Universidad de Chiriquí Panamá, en el marco de un proyecto Universitario en Gestión del Riesgo de Health Net International, los Vicerrectores y Vicerrectoras académicos de las 16 universidades oficiales de la región, aprueban el proyecto que permitió, posteriormente, promover la gestión del riesgo en la Educación Superior.

En el mismo ámbito de la Educación Superior, La Comisión Técnica de Evaluación del Sistema Centroamericano de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior del CSUCA incluyó en la Guía de Autoevaluación de Programas Académicos en el Factor Curricular estándares de calidad 5 y 10, elementos asociados con la gestión del riesgo que van a tener influencia positiva en la formación integral de los futuros profesionales. (CSUCA, 2002)

En la Educación Superior se han creado postgrados sobre el tema y en universidades como la Universidad Pedagógica de Honduras se ha incluido la gestión del riesgo como eje curricular transversal.

En la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena de Panamá el tema ha sido incluido como eje curricular, y se ha creado un Seminario obligatorio de 52 horas para los estudiantes sobre gestión del riesgo.

En El Salvador se ha instituido un Foro sobre Educación en Gestión de Riesgos a Desastres y Emergencias, que reúne a ocho instituciones entre facultades de educación e institutos formadores de docentes desde donde se promueve el desarrollo del tema en forma particular y actividades compartidas.

El Consejo Superior Universitario de Centroamérica está promoviendo, con apoyo internacional, un programa de promoción de la investigación en gestión del riesgo entre las Universidades de la Región esfuerzo que viene a responder a un tema necesario y urgente para la producción de conocimiento sobre el tema.

En todos los países se redactaron documentos para orientar el diseño de planes para emergencias en centros educativos, como ejemplos en El Salvador: el Plan de Protección Escolar, Cómo Enfrentar un Terremoto Manual para Docentes y Compendio General sobre Desastres (mayo 1992) elaborado en Costa Rica, Organización del Comité Escolar de Gestión para la Reducción del Riesgo de Guatemala (2006).

Desde los años noventas se comienzan a redactar directrices de Ministerios y otras instituciones de los Estados que llaman la atención sobre la necesidad de organizarse en los centros educativos para casos de emergencia.

De la misma forma, se establecen acuerdos interinstitucionales que comprometen al trabajo colaborativo entre distintas dependencias del Estado y organismos nacionales e internacionales para abordar el tema de la educación y la seguridad en centros educativos. Un ejemplo es el convenio suscrito en Panamá entre el Ministerio de Educación y la Dirección General del Sistema Nacional de Protección Civil. Convenio de Asistencia Técnica Científica, Educativa y de Cooperación, revisado y actualizado en el 2006.

En el ámbito de los programas de estudio, todos los países han integrado el tema en los programa de educación Inicial y Básica.

En el ámbito de la infraestructura educativa los países de la región revisan sus programas de reducción de vulnerabilidad de escuelas con el apoyo de la OEA y la Cooperación Canadiense.

Actualmente se están desarrollando dos valiosas iniciativas en el campo. CEPREDENAC, UNICEF, ONU/EIRD, CECC, OEA y la Unión Europea están promoviendo la actualización del Plan Centroamericano para la Reducción del Riesgo a Desastre a fin de fortalecerlo en su contenido y determinar estrategias para su aplicación.

El más reciente proceso en la educación en gestión del riesgo a desastre en Centroamérica constituye el Taller de Formadores se realizo en Ciudad Panamá, del 28 al 31 de agosto el cual determino el inicio de una nueva participación y compromiso de los centros educativos, para cuando tengan que afrontar situaciones de emergencia y crisis en las comunidades donde operan.

Honduras diseña la Guía Metodológica sobre Gestión del Riesgo (2006) y en Panamá el Manual para Docentes para la Reducción de Riesgos, (2007).

Por Manuel Ramírez Rojas
Consultor USAID/OFDA-LAC


Contenido
Siguiente

 

  © ONU/EIRD