Red Comunitaria de América Central para la Gestión del Riesgo
Hacia una verdadera participación comunitaria en gestión del riesgo

“Las comunidades son el principio y el fin de todas las actividades destinadas a promover su desarrollo integral, por lo tanto, deben participar en la planificación, intervención y toma de decisiones de las políticas y estrategias que se constituyan para ese fin. ¿Se les está respetando realmente su posición protagonista?”

En materia de Gestión del Riesgo, así como en casi todas las áreas de intervención en las que se involucra a las comunidades, las políticas que se dictan para el desarrollo de las mismas han surgido desde “el escritorio” de muchas personas bien intencionadas; pero, por ésta misma razón, dichas políticas y acciones no han podido arraigarse porque no han sido sembradas y gestadas dentro de la tierra fértil llamada comunidad, sino que han sido transplantadas.

Como una iniciativa de verdadera participación e integración, y haciendo del título de éste artículo el lema de acción, surgió en 1999 La Red Comunitaria de América Central para la Gestión del Riesgo (La Red Comunitaria), con el objetivo primordial de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo con sostenibilidad y autogestión de las comunidades. Actualmente, La Red Comunitaria está compuesta por 8 mil comunidades a lo largo de toda América Central y el objetivo es ir incorporando cada vez más a comunidades vulnerables.

La Red Comunitaria no cuenta con una superestructura con fondos propios, sino que cada comunidad miembro, realiza un trabajo activo, con independencia y autonomía; por esto es que La Red Comunitaria se considera un movimiento, no una institución u organización de representatividad ficticia
Una de las metas fundamentales de La Red Comunitaria es hacer ver a toda la institucionalidad existente en el ámbito de la prevención de desastres, que trabajando en conjunto es como se podrá incidir significativamente en la transformación del Riesgo en el que viven la mayoría de los pueblos del itsmo, para tal efecto, se ha propuesto funcionar como:

1. Contralor social de los procesos de prevención y manejo del daño (rehabilitación y reconstrucción) de desastres en la región
2. Contraparte comunitaria a la institucionalidad existente de la sociedad civil, política e internacional.
3. Fortalecedor del movimiento comunitario centroamericano.

En la actualidad, La Red Comunitaria está ejecutando junto con la agencia alemana GTZ el proyecto CARECOR ( Capacitar la Red Comunitaria de América Central en Gestión del Riesgo), cuyo objetivo principal es el de fortalecer la capacidad autogestiva de las comunidades en Gestión del Riesgo.El proyecto se está ejecutando en El Salvador y Guatemala en su primera fase piloto, posteriormente se pretende ampliar al resto de países de la Región. En Guatemala las comunidades de La Red son miembras de la CPR, comunidades indígenas en resistencia cuya existencia se está viendo amenazada por procesos de desertificación, incendios forestales y plagas, y en El Salvador, con las comunidades de la Zona Local de Paz en Zacatecoluca, vulnerables a inundaciones provocadas por los fuertes inviernos y por la falta de absorción de agua de los suelos.

Uno de los componentes fundamentales del proyecto, es la capacitación, entendida tanto como el proceso instructivo mediante el cual se aprende algo que no se conoce pero también como proceso educativo, mediante la reformación o transformación de la visión de mundo y las relaciones ante él.

El componente Capacitación, pretende brindar las bases teóricas de la Teoría del Manejo del Riesgo, y sobre éste bagaje, brindar instrumentos para la formulación, ejecución, administración y organización de proyectos destinados a transformar las condiciones de riesgo de las comunidades que lo implementen.

Concientes de que la información es poder y la educación entendida como formación es el medio por el cual se pueden realizar transformaciones profundas al interior del ser humano y por ende de éste hacia el exterior, se espera, con esta iniciativa y otras más, fortalecer el movimiento comunitario que se ha gestado y poder lograr una verdadera gestión local y comunitaria del riesgo, en esta lucha de tantas personas e instituciones en procura de evitar el dolor que como millones de personas de toda la región experimentaron al encontrar asideros de vulnerabilidad el huracán Mitch o el Fenómeno Enos, entre otros.