Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

back.GIF (1373 bytes) Contenido

Prevenir Recompensa

 

mapmex.gif (3039 bytes)

LA PREVENCI�N, RECOMPENSA
Caso M�xico

Ricardo C�cero
Centro Nacional de Prevenci�n de Desastres, CENAPRED
Coordinaci�n de Difusi�n, M�xico
Email: difusion@ensayes-1.cenapred.unam.mx

Con frecuencia los desastres se eval�an por las necesidades que demanda la pronta atenci�n a la emergencia; esto representa una visi�n a corto plazo. Sin embargo, el impacto econ�mico y social que dejan en los pa�ses afectados, ulteriormente los efectos inmediatos, la realidad de los desastres se siente cuando las necesidades de rehabilitaci�n y recuperaci�n (etapa postdesastre), requieren recursos cuantiosos, generalmente no previstos. Estos efectos se manifiestan particularmente en las econom�as latinoamericanas, ya que en esta regi�n con frecuencia impactan diversos fen�menos y los planes de prevenci�n y mitigaci�n son escasos.

El DIRDN recomienda medios de evaluaci�n y de ser posible de cuantificaci�n de los da�os ocasionados por fen�menos natu-rales. La realidad muestra que pocos pa�ses cuentan con posibilidades propias de evaluaci�n de da�os, y recurren a organismos internacionales o regionales que a petici�n de los gobiernos realizan estos trabajos. Independientemente de la procedencia, los resultados son testimonio (por lo general parciales o imcompletos) de alteraciones y afectaciones econ�micas y desequilibrio social que a largo plazo son consecuencias de los desastres.

En M�xico, a partir de los sismos ocurridos en septiembre de 1985, la protecci�n civil y la prevenci�n de desastres han adquirido dimensi�nes relevantes. El inter�s de las esferas gubernamentales y sobre todo la cada vez mayor participaci�n consciente de la sociedad en general han propiciado acciones de prevenci�n, mitigaci�n y preparaci�n, que en conjunto integran la Cultura Nacional de Protecci�n Civil.

Como una de las principales acciones derivadas de la operaci�n del Sistema Nacional de Protecci�n Civil Mexicano (SINAPROC), se desarroll� un m�todo de evaluaci�n para cuantificar p�rdidas directas e indirectas y posibles efectos secundarios (encadenamiento de calamidades ) por estos eventos, aplicable tambi�n a desastres antropog�nicos. Mediante estas mediciones se aportan resultados que sustentan un -que no por antiguo pierde vigencia- dicho: �es mejor prevenir, que lamentar�.

En la pr�xis es una realidad que la preven-ci�n cuesta menos; esto resulta de que, si bien la mayor parte de los desastres no se pueden pronosticar con exacti-tud, en el caso de los naturales son recurren-tes simult�neamente al desarrollo tecnol�gico y vez m�s frecuente uso de diversas modalidades de energ�a conjunta-mente con material y elementos de elevado factor de riesgo, es nece-sario instaurar progra-mas de prevenci�n que requieren inversi�n de recursos financieros y humanos.

Es com�n que en la opini�n p�blica, impacten con mayor atenci�n las labores de preparaci�n y capacitaci�n hacia la poblaci�n. Si bien esto resulta indispensable, es necesario resaltar la inversi�n destinada a programas que aun sin participaci�n directa de la poblaci�n a largo plazo promuevan y garantizen mejor protecci�n. Lo ideal ser�a la conjunci�n de dos procesos:

  • desarrollo t�cnol�gico

  • actuaci�n adecuada de la poblaci�n.

Como pruebas de que la prevenci�n recompensa se pueden mencionar:

  • Trabajos tendientes a incrementar la resistencia de las construcciones ante sismos, huracanes y otros eventos que normalmente las afectan.

  • Mejoras en los sistemas de construcci�n

  • Adecuaci�n de reglamentos para rehabilitaci�n y construcci�n de viviendas que implican riesgos a la poblaci�n.

  • Desarrollo de sistemas de alerta oportuna. En M�xico se tienen instalados y en prueba, sistemas en lugares donde tradicionalmente recurren inundaciones y lahares.

  • Mecanismos para monitoreo volc�nico, establecidos en los principales volcanes activos de M�xico, que tambi�n han propiciado mejores condiciones de seguridad a la poblaci�n asentada en las zonas de peligro.

  • Instalaci�n, operaci�n, crecimiento y desarrolo de redes de instrumentaci�n s�smica en las zonas de riesgo, implican gran inversi�n econ�mica y de recursos humanos especializados; a cambio proporcionan valiosa informaci�n para la prevenci�n.

Dentro de los esfuerzos mexicanos, con colaboraci�n internacional, resalta el establecimiento de una Instituci�n de Investigaci�n, Capacitaci�n y Difusi�n acerca de temas espec�ficos de prevenci�n de desastres. Esto requiri� una inversi�n muy importante; empero, los resultados son determinantes para prevenci�n y mitigaci�n de desastres.



  © ONU/EIRD