Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

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CR�NICA de un Decenio, 1990 - 1999

La transformaci�n de la naturaleza es parte del proceso de la progres�on y la convivencia pac�fica de esta evoluci�n entre las civilizaciones y la natura es el desaf�o que nos toca. La relaci�n entre el peligro de un fen�meno natural y las condiciones vulnerables creadas por el ser humano en su espacio f�sico, econ�mico, social, pol�tico y ambiental es lo que determina el grado de riesgo. La urbanizaci�n acelerada, el aumento demogr�fico, la degradaci�n ambiental y el asecenso de la pobreza en grandes grupos de la poblaci�n de la Regi�n nos hacen m�s fr�giles ante la furia de la naturaleza. Agregamos a estas preocupaciones tambi�n los peligros provocados por el hombre, como transportes de materiales peligrosos, accidentes tecnol�gicos, incendios forestales, conflictos; el escenario se complica…

Conforme llega a su conclusi�n el Decenio Internacional para la Reducci�n de los Desastres Naturales (DIRDN), la comunidad internacional y nacional ha venido adquiriendo una mayor conciencia en el sentido de que los desastres naturales son una amenaza grave para la estabilidad econ�micosocial: en esencia, un obst�culo para el desarrollo. El mayor reto del Decenio radica en la creaci�n de una cultura global de prevenci�n.


El programa del DIRDN y su constituci�n

En diciembre de 1988, se produjo el devastador terremoto de Spitak, Armenia. Lo precedieron desastres de consideraci�n como la avalancha volc�nica del Nevado del Ruiz en Colombia y el terremoto en M�xico D.F., ambos en 1985. Para finales de la d�cada, los especialistas en gesti�n de desastres y la comunidad cient�fica y t�cnica del planeta hab�an reconocido la necesidad de buscar un complemento al socorro y la rehabilitaci�n: una mayor y mejor contribuci�n internacional integrada para la prevenci�n y mitigaci�n de los desastres. Con base en la convicci�n de que ya exist�a el conocimiento y la tecnolog�a que se requer�an para reducir el impacto negativo de los fen�menos naturales, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableci� el Decenio Internacional para la Reducci�n de los Desastres Naturales (DIRDN) con su resoluci�n 44/236 del 22 de diciembre de 1989.

Se inst� a todos los pa�ses a fundar Comit�s Nacionales, y se estableci� un peque�o marco internacional para brindarles apoyo por medio de un Comit� Cient�fico-T�cnico, un comit� Inter-agencial y una Secretar�a con sede en Ginebra y luego una Unidad para Am�rica Latina y el Caribe establecida en Costa Rica.

En Am�rica Latina y el Caribe, muchas organizaciones regionales, internacionales y de la ONU han adoptado estrategias para la reducci�n de desastres, y han apoyado esfuerzos nacionales, locales y sectoriales para alcanzar las metas del Decenio, mediante acciones pol�ticas o implementaci�n de programas. Presidentes y ministros han reconocido la importancia de la reducci�n de desastres en las agendas pol�ticas regionales. A�n falta mucho para que estas decisiones y recomendaciones se vuelvan plenamente operativas, pero son un avance en la direcci�n correcta.

La mayor�a de los esfuerzos nacionales en la regi�n se han canalizado por medio de instituciones preexistentes dedicadas a la gesti�n de emergencias. Se trata de organizaciones cuyo mandato ha sido principalmente el de los preparativos y la respuesta a los desastres. No obstante, muchas de ellas han dado gran importancia a las campa�as de informaci�n p�blica, a la educaci�n y a los cambios en la legislaci�n. Un reto para el futuro ser� una mayor integraci�n de las entidades de planificaci�n, el sector privado y la sociedad civil.

 

Los elementos de la reducci�n de desastres naturales
adoptados por el DIRDN

La reducci�n de desastres es un concepto estrat�gico que lleva a la disminuci�n de la p�rdida de vidas y propiedades, as� como de los descalabros sociales y econ�micos producto de los desastres naturales. Se relaciona con otros enfoques estrat�gicos manejados por la comunidad internacional, como el desarrollo sostenible, la erradicaci�n de la pobreza, la protecci�n de los recursos naturales, el cambio clim�tico, la globalizaci�n econ�mica y las alianzas entre el sector p�blico y privado.

La reducci�n de los desastres inyecta las preocupaciones espec�ficas de la gesti�n del riesgo y la dsiminuci�n de la vulnerabilidad en estas estrategias econ�micas y sociales. Al mismo tiempo, extrae ense�anzas y conocimientos de otros dominios para contribuir al desarrollo de sus propias pol�ticas, esfuerzos por generar conciencia, y necesidades de coordinaci�n.

Igualmente es un proceso continuo que no se limita a un solo desastre, motiva a las sociedades a que se involucren en la gesti�n consciente del riesgo, m�s all� de la respuesta tradicional al impacto de los fen�menos naturales; es multisectorial e interdisciplinaria, e integra una amplia gama de actividades relacionadas entre s� en el �mbito local, nacional, regional e internacional. Estas incluyen:

  • Actividades comprehensivas de investigaci�n para un mejor entendimiento de los peligros naturales y c�mo se puede responder mejor a sus efectos.

  • La aplicaci�n del conocimiento cient�fico y la tecnolog�a para la prevenci�n de los desastres y su mitigaci�n, incluyendo la transferencia de experiencias y un mayor acceso a los datos relevantes.

  • Medidas estructurales para fortalecer la resistencia de los asentamientos humanos y la infraestructura p�blica a los desastres naturales y para limitar los impactos potenciales de los fen�menos naturales sobre los sistemas socioecon�micos, basados en la evaluaci�n y los mapas de riesgo.

  • Programas sostenidos de informaci�n y concienciaci�n p�blica sobre los peligros naturales, la vulnerabilidad y los riesgos, adoptando programas de educaci�n formal y capacitaci�n profesional.

  • Un compromiso pol�tico p�blico con la prevenci�n y mitigaci�n de desastres, incluyendo la adopci�n de legislaci�n relevante en los planos nacional y local.

  • La integraci�n de la prevenci�n de desastres en la planificaci�n nacional, incluyendo el establecimiento de mecanismos eficaces de gesti�n del riesgo y de socorro en caso de emergencias.

  • Medidas de ordenamiento territorial que incluyan conciencia de los peligros, an�lisis de vulnerabilidad y evaluaci�n de riesgos con la participaci�n activa de las autoridades locales.

  • Medidas de descentralizaci�n de las responsabilidades operativas y los recursos presupuestarios para la gesti�n del riesgo que potencien a las comunidades locales, les permitan actuar de manera m�s independiente, y mejoren su resistencia a los desastres naturales.

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Comprendiendo el concepto del riesgo

Con el fin de apreciar plenamente la factibilidad de la prevenci�n de los desastres, es esencial reconocer las causas; la diferencia entre peligro (amenaza), vulnerabilidad y riesgo, algo que se comprende actualmente mucho mejor, sobre todo en Am�rica Latina y el Caribe.

  • Los peligros (amenazas) naturales don fen�menos como los terremotos, las erupciones volc�nicas, los deslizamientos de tierra, los maremotos, los ciclones tropicales y otras tormentas severas, los tornados, las inundaciones costeras y el margen de los r�os, los incendios forestales y resultantes humaredas, y las sequ�as.

  • La vulnerabilidad a los desastres naturales es una funci�n de la conducta del ser humano. Describe el grado en que un sistema socioecon�mico es susceptible al impacto de los fen�menos naturales. Incluye aspectos como el grado de conciencia de los peligros, el estado de los asentamientos humanos y la infraestructura, las pol�ticas y la gesti�n p�blica, y la capacidad de organizaci�n en todos los campos del manejo de los desastres entre otros.

  • El riesgo de un desastre natural es la probabilidad de que �ste ocurra. Dicho de otra manera, es el impacto de un peligro natural sobre un sistema socioecon�mico con un cierto nivel de vulnerabilidad.



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