El Nevado del Ruiz
Un caso testigo

El volcán Nevado del Ruiz está ubicado en la cordillera Central Colombiana, en el Departamento de Tolima, a unos 100 Km. de Bogotá. Es el volcán activo más septentrional de los Andes y alcanza 5389 msnm; su cumbre se encuentra cubierta por glaciares. El 13 de Noviembre de 1985, los flujos de lodo generados a partir del derretimiento del hielo producido por una pequeña erupción magmática, mataron entre 22.000 y 27.000 personas , dejaron heridas a 5000 y otras 10.000 quedaron sin sus hogares; las pérdidas económicas ascendieron a 212 millones de dólares. Este desastre volcánico fue el peor en la historia de Colombia y el peor en el mundo desde la erupción del Monte Pelee en 1902.

El caso del Nevado de Ruiz muestra claamente que no es suficiente contar con un seguimiento técnico del mecanismo iniciador, como se desprende de lo que se relata a continuación.

Las fallas de la red de alerta, los desentendimientos entre las distintas esferas gubernamentales responsables y la falta de una adecuada percepción por parte de la población y de los gobernantes de los peligros que el volcán representaba, evidenciaron la complejidad del problema.

Las primeras señales de inquietud volcánica (pequeños sismos, incremento de la actividad fumarolita) comenzaron en Noviembre de 1984. A principios de 1985, cono la actividad volcánica continuaba, UNDRO (United Nations Desastre Research Organization), Defensa Civil e INGEOMINAS (Instituto Nacional de Investigaciones Geológico –Mineras) coordinaron la vigilancia volcánica, instalando una red de 4 sismógrafos portátiles en las laderas del volcán. En Julio de 1985 se creo en Manizales, el Comité de vigilancia del Riesgo Volcánico del Ruiz. En agosto se sumó un quinto sismógrafo.

El 11 de Septiembre ocurrió la mayor de las erupciones prenoviembre; esta erupción produjo una notable caída de cenizas en Manizales y varios flujos de lodo en los valles de los ríos Azufrado y Gualí que se disiparon, sin mayores consecuencias, luego de viajar unos 27Km pendiente abajo. Luego de esta erupción la preocupación de las autoridades nacionales aumentó y se solicitó asistencia científica adicional a los Estados Unidos. El 17 de Septiembre se celebra en Bogotá una reunión y se despliega a INGEOMINAS la responsabilidad de coordinación de monitoreo mediante sismógrafos y muestreo de gases famarólicos. El 7 de octubre se entrega el primer mapa de zonificación del riesgo volcánico para el Nevado del Ruiz; este mapa destacó cuidadosamente los peligros derivados de flujo de lodo e incluyo a las ciudades de Chichiná y Armero dentro de las áreas de máximo riesgo, siendo duramente criticado por algunas autoridades gubernamentales que lo consideraban “demasiado alarmista”; el 9 de octubre el periódico El Espectador publicó una versión a todo color de dicho mapa. Durante todo Octubre la actividad de monitoreo y control se incrementó con la participación de científicos y técnicos pertenecientes a WOVO (World Organization of Volcano Observatorios), UNESCO, IGAC (Instituto Geográfico Agustín Codazzi) y un grupo de vulcanólogos Italianos. Los científicos Colombianos se reunieron con las autoridades para discutir acerca del mapa e informar sobre los potenciales peligros; paralelamente, Defensa Civil, junto con otras instituciones, comenzó a organizar campañas de concientización en la población. La sismisidad tuvo un pequeño incremento a finales de Octubre cuando llegó a varias decenas de sismos por día, para luego bajar a 3-10 sismos diarios a principios de Noviembre. El 10 de Noviembre se concluyó la versión final del mapa de zonificación de riesgo y al día siguiente INGEOMINAS aseguró que Armero podía ser evacuada en 2 horas; irónicamente, esta declaración apareció publicada en El Tiempo el día después del desastre.

El 13 de Noviembre la erupción comenzó a las 15:06 y empezó a depositar una delgada capa de ceniza alrededor de la cima y hacia el NNE. Una hora después, Defensa Civil del Departamento de Tolima fue notificada por INGEOMINAS para que preparara la evacuación de Armero y Honda. Alrededor de las 17Horas se realizó una reunión del Comité de Emergencia en Ibague (Capital del Departamento, a unos 70 Km de Armero), el cual fue informado de las últimas novedades y discutió tanto la conveniencia de la evacuación de Armero, Mariquita y Ambalema como las medidas necesarias para detectar posibles flujos de lodo. Se alertó a la estación central de policía de Armero y localidades vecinas. La reunión finalizó a las 19:30 sin tomar ninguna resolución concreta acerca de la evacuación, lo que llevó a los representantes de INGEOMINAS a la Cruz Roja para insistir en que estas localidades sean preparadas para evacuar.

A partir de este momento los acontecimientos se precipitan (la erupción más importante comenzó poco después de las 21:00), la información sobre lo acontecido es confusa aunque aparentemente hubo poca o ninguna respuesta los llamados de alerta de los científicos o las disposiciones de evacuación por parte de las autoridades; se duda, en realidad, si los habitantes de Armero recibieron una orden general de evacuación por parte de las autoridades. A las nuevas explosiones (21:08 Hs.) no se dio toda la importancia que requería, de tal manera que todos los informes fueron tomados con escepticismo por parte de las autoridades locales y de la población, muy confundida a esta altura por los avisos conflictivos, opiniones y refutaciones dadas tanto por las autoridades como por los medios de comunicación.

Mientras, presumiblemente, se advertía sobre la evacuación, algunas instituciones como la iglesia y radio Armero pedían a la población mantenerse en calma y permanecer dentro de sus casas para protegerse de la caída de cenizas. Paralelamente, las explosiones de esta hora produjeron flujos piroclásticos que derritieron el hielo y la nieve del casquete glacial cuya agua de fusión se mezcló con escombros volcánicos para formar flujos de lodo.

Uno de ellos viajó hacia Occidente a lo largo del cañón del Río Claro hacia la ciudad de Chichiná, mientras que los de mayor volumen descendieron por los ríos Azufrado y Lagunillas, uniéndose aguas abajo para formar una enorme masa de unos 40 m de altura, con un volumen de 60 millones de metros cúbicos que se desplazaba a velocidades entre 30 y 40Km/h. Minutos después de las 22:30 más de 22.000 personas habían muerto.