Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
América Latina y el Caribe  

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000
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El Caribe se prepara para el cambio climático
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Los pequeños estados islas en desarrollo (PEID) comparten una serie de retos económicos: fuerte dependencia de una base estrecha de recursos, susceptibilidad a los vaivenes del comercio internacional, falta de economías de escala, elevados costos de transporte y comunicación, una grave vulnerabilidad a los desastres naturales, escasos recursos territoriales, disponibilidad limitada de capacidad humana y de los medios para gestionar y utilizar los recursos naturales de manera sostenible, y presiones cada vez mayores sobre los entornos y recursos costeros y marinos.

El Caribe no está exento de estas necesidades y circunstancias especiales, reconocidas durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) que se celebró en Brasil en 1992, y consignadas en el programa de acción del encuentro, la Agenda 21.

Este documento clama, entre otras cosas, por "reuniones periódicas regionales y mundiales sobre el desarrollo sostenible de los pequeños estados islas en desarrollo, [la primera de las cuales] se celebró en 1993." La primera conferencia mundial se realizó en Bridgetown, Barbados, en 1994 y su resultado principal fue el Programa de Acción de Barbados (BPOA, por sus siglas en inglés), que convirtió las recomendaciones de la Agenda 21 en políticas, acciones y medidas específicas en todos los ámbitos (nacional, regional e internacional) para permitir a estos Estados avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Según el BPOA, "el cambio climático y el alza en el nivel del mar" son la primera de 14 áreas prioritarias que demandan "acción urgente" para lograr el desarrollo sostenible en los PEID. Los efectos adversos del cambio climático -el alza en el nivel oceánico, la resultante erosión costera e invasión de agua salada, el aumento en la frecuencia e intensidad de los huracanes y los desajustes en la precipitación y el suministro de agua dulce- amenazan la existencia de los Estados islas y otras naciones con zonas costeras de baja altitud en el Caribe.

La Secretaría de la Comunidad del Caribe (CARICOM), junto con varios países caribeños y la Organización de Estados Americanos (OEA), preparó la propuesta de un proyecto regional que ayudaría a estas tierras a prepararse para lidiar con el impacto del cambio climático. En 1997, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM, también conocido como GEF) aprobó el proyecto Planificación para la Adaptación al Cambio Climático en el Caribe (CPACC), con fondos desembolsados por el Banco Mundial. El proyecto lo está ejecutando la OEA en colaboración con el Centro sobre Ambiente y Desarrollo de la Universidad de las Indias Occidentales, por medio de una Unidad Regional de Implementación de Proyectos localizada en Barbados.

El objetivo del proyecto es ayudar a los países del Caribe a enfrentar los efectos adversos del cambio climático en las zonas costeras y marinas, sobre todo el alza en el nivel del mar, por medio de evaluaciones de vulnerabilidad, planes para la adaptación al cambio, y la creación de capacidad local.

Los 12 países participantes son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago. Las actividades específicas son coordinadas por Puntos Focales en cada país.

El proyecto contiene nueve componentes:

  1. El diseño y establecimiento de una red de monitoreo del clima y el nivel del mar.
  2. El establecimiento de bases de datos y sistemas de información.
  3. Un inventario de recursos costeros y su uso.
  4. La formulación de una política marco para la gestión costera y marina integrada.
  5. El monitoreo de arrecifes de coral para observar el impacto del cambio climático.
  6. La evaluación de la vulnerabilidad y el riesgo en las costas.
  7. La valoración económica de los recursos costeros y marinos.
  8. La formulación de propuestas económicas y legales.
  9. La preparación del primer sistema nacional de comunicación sobre cambio climático en San Vicente y las Granadinas.

Los componentes del (1) al (4) se están ejecutando en todos los países participantes. Los restantes son proyectos piloto ejecutados en países seleccionados.

El proyecto ha logrado desarrollar un modelo exitoso de cooperación regional para enfrentar las preocupaciones de los estados miembros en torno al impacto del cambio climático. También se ha avanzado significativamente en el establecimiento de los productos técnicos e institucionales esperados. El proyecto ha emergido además como el punto focal para las iniciativas regionales destinadas a satisfacer las obligaciones de la región con respecto a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Los países se han beneficiado con el establecimiento de un sistema de monitoreo del clima y el nivel del mar, mejor acceso a datos climáticos y meteorológicos, la definición de protocolos para el monitoreo de los arrecifes de coral, la constitución de una red para la armonización regional de medidas y normas relevantes, y la satisfacción de la necesidad de evaluaciones de vulnerabilidad. Además, se han adoptado novedosos enfoques sobre el diseño y uso de instrumentos económicos y legales para la protección ambiental frente a la amenaza del cambio climático.

El diseño del CPACC requirió de consultas nacionales y regionales, puesto que se pensó que una metodología preceptiva genérica resultaría inapropiada, mientras que las consultas permitirían a los países apropiarse de las actividades del proyecto. En una serie de encuentros nacionales con los actores relevantes, los países del CPACC han comenzado a diseñar políticas y planes de ejecución para adaptarse al cambio climático. El Gobierno de Santa Lucía ya ha aprobado su política nacional sobre el tema, y se prevé que lo mismo suceda en las restantes naciones.

Conforme se aproxima la conclusión del proyecto y crece la comprensión de la vulnerabilidad regional, la interrogante principal es cómo podrán los PEID continuar respondiendo a los problemas técnicos y políticos relacionados con el cambio climático mundial y sus efectos adversos.

Durante la primera reunión ministerial para evaluar los avances en la aplicación del Plan de Acción para los PEID, los jerarcas ordenaron que se establezca un mecanismo institucional apropiado para enfrentar los problemas del cambio climático una vez que concluya el CPACC. Ello motivó al equipo del CPACC a realizar consultas amplias con varias instituciones regionales y desarrollar la propuesta de establecer un Centro Caribeño sobre Cambio Climático.

La propuesta fue analizada y aprobada en febrero del 2000 durante la octava reunión del Consejo de Ministros de Comercio y Desarrollo Económico, uno de los órganos de toma de decisiones políticas de CARICOM. El Consejo trasladó la propuesta, con su beneplácito, a los Jefes de Gobierno de CARICOM, quienes se reunieron en Canouan, en San Vicente y las Granadinas, en julio del 2000 y aprobaron el establecimiento del Centro Caribeño.

El Centro servirá como un mecanismo regional para apoyar y sostener el programa de acción sobre cambio climático de conformidad con la postura de la región ante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático y en las reuniones de los Órganos Subsidiarios sobre Ciencia y Tecnología de la Convención.

Las principales funciones del Centro, según su misión, son actuar como:

  1. Entidad ejecutiva de los programas y proyectos sobre cambio climático en la región.
  2. Mecanismo asesor sobre políticas de cambio climático para la Secretaría de CARICOM y sus Estados miembros.
  3. Fuente de información científica y técnica sobre el cambio climático y su impacto potencial en la zona.

El establecimiento de un Centro sobre Cambio Climático en el Caribe anglohablante replica iniciativas similares de fortalecimiento institucional en América Latina y otras regiones del globo. También es una respuesta directa a las recomendaciones contenidas en la Iniciativa sobre Desarrollo Institucional de la Convención Marco, la cual exhortó a la creación de "centros de excelencia sobre cambio climático" durante la quinta Conferencia de las Partes. Los Estados naciones del Pacífico Sur han adoptado recientemente una iniciativa similar al establecer su Programa de las Islas del Pacífico sobre Adaptación al Cambio Climático (PICCAP).

En la actualidad, el Centro ha seleccionado dos proyectos para ser ejecutados. El primero, Adaptándose al Cambio Climático en el Caribe, cuenta con financiamiento del Fondo Canadiense de Desarrollo para el Cambio Climático. Este proyecto comenzó a ejecutarse en octubre del 2001 y contribuirá al fortalecimiento del Centro al financiar el desarrollo de un plan de negocios para la entidad. El proyecto, financiado por la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, busca sacar provecho de las experiencias obtenidas durante la implementación del CPACC para consolidar, extender y lograr la sustentabilidad de las respuestas al cambio climático desarrolladas en ese proyecto. También pretende mantener el impulso regional en el campo del cambio climático cuando concluya el CPACC.

El segundo es un proyecto de seguimiento al CPACC, llamado Generalizando la Adaptación al Cambio Climático Mundial (MACC), que también será financiado por el FMAM y cofinanciado por otros donantes. El equipo del CPACC está actualmente preparando la propuesta oficial con la ayuda de una pequeña donación del FMAM. Se espera que el proyecto definitivo sea aprobado por el Consejo del FMAM durante su reunión de diciembre del 2001, y que la Junta Directiva del Banco Mundial lo presente para su aprobación en mayo del 2002.

Las principales áreas de actividad del MACC serán: (a) introducir el tema del cambio climático en el temario de planificación y decisiones de inversión en el ámbito nacional y sectorial, (b) ayudar a los países en actividades relacionadas con la Segunda Etapa de Adaptación de la Convención Marco, e (c) incrementar la participación de la región en el monitoreo, modelado y evaluación del cambio climático mundial con el fin de apoyar los planes de adaptación.

El proceso de diseño del Centro Caribeño sobre Cambio Climático avanza a buen ritmo, y se espera que se establezca formalmente en el segundo trimestre del 2002.


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