Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

Tema Especial: Rol de las Universidades

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Venezuela
Preparación para Emergencias y Desastres Una experiencia en Pregrado Médico

Dr. Luis O. Báez, UCV Venezuela

La preparación para emergencias y desastres ha sido preocupación mundial desde hace muchos años, haciéndose presente en los años setenta en Latinoamérica en el sector salud a través del Programa de Preparativos para Desastres y Emergencias de la Oficina Panamericana de la Salud (PED/OPS/OMS).

En nuestros países se ha hecho manifiesto esta preparación basándose en las experiencias adquiridas, a través de los años, en las múltiples situaciones de emergencias y desastres vividas en los diferentes países y en donde se ha podido demostrar las grandes debilidades en cuanto a preparación, prevención, mitigación, respuesta, reconstrucción y rehabilitación para casos de desastres.

Los desastres pueden ser situaciones eventuales para una comunidad o un país, las emergencias cada día se hacen más comunes, pero para dar respuesta adecuada a estas situaciones debe existir una planificación previa, una organización o sistema de respuesta adecuada, sobre todo en el campo médico asistencial.

Los Sistemas de Atención Médica de Emergencia, requieren una infraestructura y organización acordes a las comunidades, con delimitación de tareas y funciones en el campo de atención prehospitalaria, hospitalaria y rehabilitación a la sociedad lesionada, asimismo amerita la preparación del recurso humano como los especialistas técnicos y profesionales preparados para la atención de la emergencia.

Mientras más desarrollado y organizado esté en un país, provincia, estado o ciudad el Sistema de Atención Médica de Emergencia, mayor capacidad  de sobrevivir tendrá un paciente  ante una situación de emergencia.

La preparación del Equipo de Salud en esta área es primordial, pues debe poseer el entrenamiento necesario para rescatar y estabilizar al lesionado; mantener un soporte de vida adecuado, para que, en el tiempo necesario pueda ser trasladado a la institución hospitalaria que posea la infraestructura, equipo y personal de especialistas capacitados para prestar su atención.

En una situación de desastre, el personal de salud mejor preparado para la atención de los lesionados serán los profesionales dedicados a la atención de emergencias. Sin embargo, no todos los desastres son sinónimos de afluencia masiva de lesionados, existen aspectos de Salud Pública, ambientales y de otros órdenes que gravitan y hacen de cada desastre un evento único y particular.

Las situaciones de catástrofes tienen muchos aspectos en las cuales, de tomarse las medidas pertinentes sino pueden prevenirse, por lo menos pueden neutralizarse o minimizarse, disminuyendo el riesgo de las comunidades vulnerables o afectadas.

Al producirse una catástrofe es común la respuesta espontánea de la sociedad civil en ayuda a las víctimas del hecho calamitoso. En el campo de la salud, se produce la misma respuesta, sin embargo, muchas veces este profesional desconoce una serie de experiencias las cuales han motivado el establecimiento de pautas propias para la preparación y atención de desastres, como por ejemplo, la categorización de lesionados ante una afluencia masiva de víctimas. Es hasta ahora la forma más optima de garantizar un mayor número de supervivientes ante una calamidad.

Otro hecho común es que muchos estudiantes de medicina se incorporan a los equipos de respuesta ante el desastre, no contando con la preparación y conocimientos adecuados para realizar esa labor.

En la Escuela de Medicina José Vargas, perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), a partir del año 1989, se incorporaron varias asignaturas al Pensum de Estudios de pregrado basados en la estructuración de una línea curricular con criterio científico metodológico, incorporación de elementos bioéticos con criterio profesional y hincapié en la integración de la atención primaria en salud, al mismo tiempo lograr un egresado con los lineamientos básicos en preparación para emergencias y desastres.

Éste periplo comienza en primer año de medicina con una asignatura denominada Técnicas Primarias en Medicina I, donde el alumno cursa Primeros Auxilios adecuados a su nivel de conocimiento del bachillerato, aprovechando los aportes que los conocimientos anatómicos y fisiológicos le complementan.

En el segundo año de la carrera, la asignatura Técnicas Primarias en Medicina II, se ve el entrenamiento e instrumentación en abordajes venosos, colocación y manejos de sondas, interpretación y ejecución de órdenes médicas, movilización y evacuación de pacientes hospitalarios etc.

En este período, en caso de desastre, estos estudiantes podrán apoyar a equipos de rescate en labores de primeros auxilios, o bien, apoyar como personal paramédico en la observación o manejo hospitalario de los lesionados.

En tercer año de medicina, se dicta Medicina de Desastre (Medicina para casos de desastres) donde el estudiante  mediante un programa basado fundamentalmente en los módulos de instrucción diseñados y preparados por el PED de la OPS, con aportes y adaptaciones a nuestra idiosincrasia y estructura organizativa de salud, recibe los conocimientos propios para el manejo epidemiológico, ambiental, de atención masiva de lesionados, técnicas de categorización, manejo de albergues, desastres técnicos, planes de contingencia hospitalaria, etc. complementándolo con la elaboración de un trabajo de investigación práctico relacionado con riesgo, preparación, atención de desastres o de planes de contingencia hospitalarios o escolares.

En quinto año de medicina, durante su pasantía de cirugía, el estudiante es preparado en Técnicas Avanzadas para el Manejo del Politraumatizado, teniendo su soporte en el ATLS del Colegio Americano de Cirujanos.

Nuestro estudiante al concluir el quinto año médico comienza el denominado Internado Rotatorio, en el cual realiza y actúa en el campo asistencial bajo supervisión médica directa: Cirugía, Medicina, Pediatría y Medicina Rural, atendiendo tanto emergencias como trabajo de consulta, hospitalización y medicina preventiva.

Desde 1995 se han egresado 392 médicos con esta experiencia, diseminados en todo el territorio nacional.

El terremoto ocurrido en Cariaco, Estado de Sucre/97 y las inundaciones ocurridas en Venezuela en diciembre/99, nos ha permitido, en el campo de los desastres, evaluar el papel de los estudiantes y médicos egresados con esta preparación; indiscutiblemente estamos logrando los propósitos propuestos. Sin embargo, lo ideal es que  todos los profesionales de la salud puedan contar con esta preparación. Seguiremos trabajando.

Para mayor información contactar a: Dr. Luís Oswaldo Báez
Cirujano general, Profesor Agregado UCV, Jefe del Departamento Quirúrgico Hospital Vargas de Caracas, Venezuela, Miembro del equipo UNDAC  Latinoamerica (OCHA-ONU) cons506@cantv.net.


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