Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

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RESUMEN DE LA DECLARACION DE SAN JOSE
San José, Costa Rica, 1-5 junio 1999


Los representantes de los países del hemisferio americano y los otros participantes de la Reunión Hemisférica del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, consideraron que dicho hemisferio constituye una entidad geográfica en la cual los fenómenos naturales, en relación con la vulnerabilidad económica, social e institucional de la región, han tenido y tienen consecuencias desastrosas de diversa índole y magnitud y que algunos tienen un carácter recurrente y constituyen un lastre al proceso de desarrollo. Que durante el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales en la región se han obtenido avances cualitativos vinculados con el establecimiento de una conciencia acerca de la necesidad de reducir la vulnerabilidad y de mitigar los efectos de los desastres naturales, sin que se observe todavía un grado significativo de reducción en el impacto de tales desastres.

Por lo que afirmaron que para lograr un desarrollo humano sostenible es indispensable adoptar políticas y estrategias dirigidas a reducir la vulnerabilidad como parte integral de las estrategias y planes de desarrollo social y económico de los países y que el desafío de reducir el impacto de todo tipo de catástrofes debe ser constante y requiere un marco institucional igualmente permanente en el ámbito local, nacional, regional y global.

Por lo tanto, recomendaron, entre otras cosas, que se incorpore las medidas de reducción de los desastres en el marco legal e institucional de los países considerando los requerimientos y objetivos de la prevención y mitigación, así como de la preparación y atención en casos de desastre. En virtud de lo anterior, los gobiernos tienen que fortalecer las instituciones encargadas de la administración de los desastres y además garantizar la continuidad funcional mediante la permanencia del recurso humano.

Que los organismos gubernamentales incorporen las variables de vulnerabilidad y gerencia de riesgos en la formulación de políticas, estrategias y planes de desarrollo nacionales; que se desarrolle una cultura regional de prevención y mitigación en los sistemas educativos de los países y en la población y finalmente, que el Sistema de las Naciones Unidas continúe desempeñando las funciones de coordinación internacional y de promoción para la reducción de todo tipo desastres más allá del decenio en curso, para asegurar la permanencia de los resultados, en particular en la región de América Latina y del Caribe. Para ello, los participantes apoyan la iniciativa de establecer un mecanismo de coordinación interagencial, de naturaleza interdisciplinaria e intersectorial, con una fuerte y eficaz presencia de cooperación técnica en la región.


Texto completo de la Declaración de San José


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